María Alexandra Morelli Navia, es una artista cucuteña criada en Bogotá pero radicada en la ciudad desde hace 15 años. Desde entonces se desempeña en distintas actividades, entre esas el arte y la cocina simultáneamente. Aunque sus estudios formales estuvieron orientados hacia el diseño textil y el diseño y elaboración de joyas.
Ha participado en distintos escenarios locales, concursos y convocatorias, también en Salones Regionales y Salones Nacionales de arte, exposiciones binacionales, así como en muestras itinerantes con el Banco de la República y un par de galerías en Bogotá. Al terminar su carrera de textiles viajó a Florencia, Italia, donde realizó talleres por cerca de dos años en la escuela de orfebrería Le Arti Orafe. Dicha escuela es pequeña, pero muy afamada y exclusiva, a este lugar llegan estudiantes de todo el mundo.
Cuando regresa a Bogotá monta un pequeño taller en casa de un amigo, lugar donde diseña y elabora piezas en plata. Años después retoma el lenguaje textil acercándose al arte, realizando obras en tela y parafina. Posteriormente se traslada a Cúcuta donde continúa con su taller trabajando joyería, y también bisutería. Su aproximación al arte es accidental, nunca tuvo la intención de ser artista pero de alguna manera los caminos la llevaron hasta ahí. Las destrezas que adquirió en distintos oficios le ayudan a expresar con relativa claridad lo que quiere comunicar.
Está convencida que Cúcuta, ha sido clave en el desarrollo de su propuesta plástica, porque progresivamente comenzó a ver la dimensión de la situación sociocultural en contexto, y desde entonces éstos sucesos fronterizos, le han servido como tema recurrente y fuente de inspiración para su propuesta plástica. Ésta y otras situaciones suscitadas desde ahí, e inquietudes que tienen que ver con su identidad, han influido en su trabajo como artista. Que entre otras cosas casi siempre es abordado a través del humor y la ironía. Sirviéndose del dibujo, la caricatura, la instalación, el collage, el estampado, la parafina y sus distintas técnicas. Una de las propuestas artísticas de María Alexandra se llama Zoy-la, que es una muñeca de trapo de 25 cm elaborada a mano por ella misma. Dicha muñeca es puesta en escena y fotografiada en distintos contextos que están relacionados con el tema de frontera.
Otra propuesta anterior en el tiempo, y que atañe a la frontera, es la obra “Las Locuras del Emperador”, enmarcada en el inicio del periodo chavista. En ella pretendía mediante el empleo de la sátira y el humor, jugar con las imágenes iconográficas de los productos conocidos desde la infancia, manipulando su imagen y cambiando los textos alterándolos sutilmente para desviar el sentido para el cual fueron concebidos, jugando con la significación de las palabras y lo que éstas pretendían transmitir, intentando poner en evidencia algunos aspectos del acontecer político venezolano. Algunos proyectos surgen como producto de otro trabajo, tal es el caso de “Buscando Pistas” que se manifiesta a través del autorretrato. Inicialmente la artista parte de una fotografía requerida para la Visa Americana, cosa que le fue negada y entonces como acto de rebeldía decidió intervenir dicha foto y trabajar con esta imagen en sucesivas propuestas. Con dicha obra, participó en una muestra individual en la Galería Fundación AP-ARTE en Bogotá, hace dos años.
En otra de sus facetas, Alexandra participó también recientemente en el Décimo Salón del Agua donde obtuvo mención de honor con su obra Barka.