Economía | Cúcuta, Rebusque o Emprenderismo

rebusque_cucuta

luisr_lopezEs claro que Cúcuta no tiene muchas cosas, y que uno desearía que a su ciudad no le faltara nada.

Sabemos que necesita una nueva terminal de transportes, elevados y deprimidos sobre la Diagonal Santander y otras obras públicas que le den cara de gran ciudad. Pero con un poco de más criterio quizás notaríamos que antes que la ciudad, como una buena paciente, necesita que el médico le recete cosas que le permitan una economía más saludable y con ello más inversión privada y generación de empleos. Así, y sólo así, se evitará esos grandes males que trae el desempleo crónico, con sus secuelas de desesperanza, inseguridad, violencia y hambre.

Quien haya medio leído algo sobre gerencia pública sabe que el papel esencial de un gobernante no es hacer las cosas lo menos mal posible sino despertar entusiasmo, fe y esperanza entre sus gobernados, porque eso actúa – tal como la mano invisible de Adam Smith – dinamizando la inversión y los negocios robusteciendo la economía para el beneficio de todos. Eso hace que los ciudadanos juzguen como excelente cualquier alcaldía y rompe el pérfido esquema de administración tradicional que se limita a imponer impuestos, tasas y multas Cúcuta: para contratar obras para ser recordados a la hora de futuras elecciones.enonomia_frase_1

No hacer nada en favor de la planeación de la economía local por estar dedicados exclusivamente a la planeación urbana, es acelerar la rotación de ese
círculo vicioso que, como rueda dentada, transmite todos los males posibles a la región: mayor inseguridad menor inversión, a menor inversión mayor desempleo, a mayor desempleo menor consumo, a menor consumo mayor desempleo y a mayor desempleo mayor inseguridad.

Toda una tragedia, de la cual sólo salimos con dos herramientas: conocimiento (preparación) y voluntad política.

La preparación de los dirigentes es fundamental si se quiere una mayor calidad en la gerencia de los intereses regionales. Nada puede progresar una ciudad cuyos voceros no aportan ninguna propuesta bien soportada o, al menos, una sugerencia sensata en los foros apropiados. Sabemos de la pésima imagen que tienen en Bogotá algunas entidades de Cúcuta cuyos dirigentes se caracterizan por compensar con exquisitas atenciones su falta de idoneidad para presentar ideas y proyectos. Por su parte, la voluntad política es indispensable, pues es ella la que prioriza los temas y las soluciones, evitando la dispersión en cosas que quizás dan mejores fotos, pero que no tienen mayor trascendencia.

productivas porque no tenemos buenas vías, porque estamos muy lejos de los puertos, porque no tenemos tren, porque el aeropuerto tiene limitaciones. Lo cierto es que la única limitación siempre ha sido mental, algo nos impide mirar más arriba y más lejos. La situación de vecinos por muchos años de un país muy rico nos puso a mirar para el suelo, como recogedores de sus migajas. Es innegable que nos ha hecho mucho daño la llamada idiosincrasia fronteriza, esa que desestimula el emprenderismo en favor del rebusque con labores fáciles y rentables como pasar gasolina (lo hacían muchos profesionales), raspar tarjetas, comprar y vender divisas, traer medicamentos y algunos alimentos subsidiados para revender.

Cúcuta ha perdido mucho tiempo, y, al parecer, lo seguirá perdiendo. Nadie parece percatarse de la necesidad de darle un sacudón a la economía local, y es posible que no quieran dárselo porque caerían algunos ídolos de barro. Es inconcebible que no se haya adelantado una estrategia de posicionamiento mundial de Cúcuta como sitio ideal para maquilar calzado y confecciones, cuando es sabido que se tiene la tradicional y legendaria cultura industrial de la fabricación artesanal de zapatos. Esa habilidad ancestral es muy valiosa por lo escasa, es lo que hace que afamadas marcas de calzado “handmade” inglés, español e italiano se coticen a precios muy elevados, así que es muy probable que la técnica de tales marcas sea fácilmente adaptable para su maquila en Cúcuta. Pero al parecer no se ha hecho nada para promover esto, y no se ha hecho porque nadie sabe cómo hacerlo.

enonomia_frase_2Lo mismo podríamos pensar con el sector de las confecciones, donde es claro el enorme potencial que tiene la ciudad con una mano de obra bien capacitada y experta. Si le maquilamos a la industria nacional igual podremos hacerlo para las grandes marcas internacionales de ropa de dama, como Zara.

Los cucuteños nos ponemos barreras mentales repitiendo paradigmas nocivos. No producimos y exportamos porque estamos lejos de los
puertos, nos dicen quienes ignoran que – exceptuando el carbón y la cerámica – podemos transportar nuestros productos con tarifas aéreas rebajadas aprovechando lo dispuesto por la Ley 191/95. La pereza de promover la reglamentación de tal norma nos mantiene en el atraso, a la espera de que el congreso nos expida otra en la que todo sea más sencillo. Y el foro para la discusión de estos temas no lo amplían, lo hacen en pequeños conciliábulos, por temor a que les desnudemos su incompetencia.

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