La práctica del amor a uno mismo empieza por la mente, usted debe aprender a controlar sus pensamientos, esto requiere ser muy consciente de su presente cuando se comporta de una forma destructiva. Si logra apresar sus pensamientos negativos y volverlos positivos su conducta cambiará radicalmente.
Esto representa un pequeño paso hacia la autoestima y consiste en reconocer sus pensamientos autodestructivos en el momento-presente y
en decidir actuar de manera diferente. Antes usted tenía una costumbre con sus pensamientos negativos, pero ahora usted elige que deben ser diferentes y decide cambiarlos.
Es como aprender a conducir un automóvil mecánico, con el tiempo habrá adquirido un nuevo hábito y no necesitará estar alerta y consciente de cada movimiento.
Con su mente actuando ahora a favor suyo, en vez de en contra, se vislumbra en el horizonte una serie de fascinantes actividades de autoestima. Por eso quiero sugerir una corta lista de comportamientos que le pueden ayudar a ampliar cuando consiga un sentido de autoestima basada en su propia valía:
• Elimine la envidia reconociéndola como una manera de rebajarse a sí mismo. Al compararse con otra persona e imaginarse que es menos querida que ella, hace que otros sean más importantes que usted. No magnifique las circunstancias, si es así, usted está condenado a dudar eternamente de usted mismo porque siempre se sentirá menos que las circunstancias que lo rodean.
• La actividad basada en el amor a usted mismo puede incluir nuevas formas de tratar su cuerpo, tal como elegir comida buena y nutritiva; eliminar el exceso de peso, hacer paseos en bicicleta o hacer caminatas regularmente, lo importante es hacer un listado de las actividades que son placenteras para usted y dedicarle un mayor tiempo.
• Sexualmente, puede contemplarse desnudo frente al espejo y admirar su cuerpo, inclusive con todos los defectos que éste pueda tener, solo al gratificarse así mismo podrá dar placer a los demás.
• Dése gusto; ahorre algo de dinero al final de mes y gástelo en lo que le dé la gana, como quiera y cuando quiera, ¿Por qué? Porque sencillamente usted se lo merece.
• Escoja nuevas reacciones a situaciones cotidianas, en vez de dudar de cualquier gesto afectivo, acéptelo con un <Muchas Gracias> o <Cuánto me alegro que piense así>.
• En algún restaurante pida lo que realmente le gusta, sin preocuparse por lo que pueda costar, empiece a elegir las cosas que más le gusten, sea generoso con usted mismo.
Estas y muchas acciones similares son típicas de la gente que se ama a sí misma. Y no deben por ningún motivo confundirse con la egolatría, esa detestable manía de querer estar llamando la atención auto elogiándose, lo cual es una actitud neurótica de alguien cargado de desprecio por sí mismo. Un comportamiento arrogante y jactancioso está motivado por la necesidad de ganar aprecio, y quien se valora a sí mismo con base en lo que los demás dicen de él, tiene una autoestima muy baja.
En el amor por uno mismo no hay ninguna razón o necesidad de convencer a los demás. Es más que suficiente contar con su propia y autónoma aceptación, lo demás es cuestión de saber adaptarse al entorno que lo rodea.