Se ha vuelto frecuente ver que la ciencia por accidente descubre remedios inesperados, Tal como sucedió con el popular Viagra, cuyo compuesto esencial -sildenafil – se ensayaba para tratar problemas de hipertensión pulmonar y terminó despertando muertos en la parte baja, con lo que se convirtió en la solución ideal para la disfunción eréctil. Nos dicen en una publicidad en televisión que algo similar sucedió con una crema para cicatrizar, que resultó más útil para quitar las arrugas del envejecimiento.
Ahora parece estar sucediendo lo mismo con los efectos secundarios de un fármaco en prueba para un posible tratamiento para la osteoporosis, cuyo componente llamado WAY-316606 tuvo un efecto dramático sobre el crecimiento de los folículos capilares. Esto fue comprobado por los científicos en el laboratorio del Centro de Investigaciones dermatológicas de la Universidad de Manchester, Inglaterra.