Imposible confiar en la moneda de un gobierno sin ninguna credibilidad.

Los anuncios de r e e s t r u c t u r a c i ó n económica hechos por el presidente Nicolás Maduro comenzaron por el reconocimiento del rotundo fracaso de las políticas del chavismo – así lo dijo en su alocución – , siguieron con la infaltable promesa de una reactivación, y finalizó dejando entrever la posibilidad de que se desista de del modelo socialista y comunista por su total agotamiento.

Sin embargo, los anuncios han dejado más dudas que certezas sobre la manera en que enfrentará la monstruosa hiperinflación de 1.000.000% advertida por el FMI, y la forma en que manejará las fuertes tensiones políticas que se desataron en su propio movimiento. Cuatro preguntas resumen y encierran la incertidumbre que existe dentro y fuera de ese país.

Pregunta N°1 ¿Con cuál moneda?

La decisión de eliminar ¡cinco ceros! al bolívar fuerte – que nació apenas hace 10 años – significa nada más y nada menos que la desaparición de esa moneda y el nacimiento de un nuevo bolívar, ahora con el apellido de Soberano. Ahora, con la inflación que tienen, es muy probable que se requiera de uno nuevo en pocos meses.

Maduro cree enviar un mensaje tranquilizador diciendo que este “bolívar soberano” tiene anclaje al petro, que “y, como todos sabemos, el petro está anclado al precio de la cesta petrolera venezolana”, dijo. Pero esto lo que hace es intranquilizar más, puesto que no ofrece credibilidad anclar dos monedas cuya emisión la controla Maduro, y que el Petro, adicionalmente, tiene el problema de estar sancionado por Estados Unidos, lo cual limita las transacciones que se puedan hacer con él.

Además, con déficits fiscales de dos dígitos del PIB durante los últimos diez años, lo más probable es que el gobierno termine, a su vez, devaluando el petro emitiendo más criptomonedas para financiarse. Ignora con esto que la característica que les da valor a las criptomonedas es que tienen un número limitado de unidades. Cómo invertir en una criptomoneda que se emitirá a lo loco, como si fueran billetes.

Pregunta N° 2 Producir, ¿cómo y con quién?

La medida de suspender por un año los aranceles a la importación de bienes de capital e insumos para producir es, sin duda, positiva, pero quedan dos dudas: cómo producir si el parque industrial venezolano está completamente desmantelado y, además, no puede esperarse ningún desarrollo industrial en Venezuela con esa inexistente capacidad de producción de electricidad y gas, con esa precariedad de sus equipos de transporte y vialidad). La otra gran duda es con quiénes va a producir si el personal preparado para asumir el incremento productivo ha huido de Venezuela (3 millones de personas en los últimos años)?

Ahora, si milagrosamente lo anterior se subsanara queda una duda adicional: ¿Qué garantía tienen los empresarios de no ser sometidos a un “dakazo” como es una práctica recurrente del Gobierno (ordenar que se regale lo producido), o sencillamente de que se les expropien sus empresas?

Pregunta N° 3 ¿ Y las reservas qué?

El anclaje del petro a las reservas de petróleo se hizo para aliviar algo la pesada carga de financiamiento que se le ha impuesto al BCV con PDVSA, aunque esto de ninguna manera sanea las cuentas del banco. Pero ha quedado la inmensa duda de por qué, también, se respalda al “bolívar soberano” con el petro y no con el oro de las reservas internacionales. Esto hace temer que la situación de tales reservas está peor de lo que imaginamos, en otras palabras, reservas no debe haber ya.

Pregunta N° 4. ¿Inepto o perverso?

La situación y las perspectivas de la economía venezolana solo ofrecen dos posibles explicaciones: o son el producto de la total ignorancia de Maduro, o se trata de un plan deliberado de vaciar al país haciendo que la población emigre, tal como lo hizo el régimen castrista en sus primeras décadas en Cuba. Para los dictadores resulta ideal quedarse solos, con una pequeña masa dócil a la que puedan manipular con subsidios. Es muy probable que se trate de esto.

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