En nuestra edición anterior, en el artículo “Ligero de equipaje”, comentábamos acerca de los cambios significativos que se vienen dando en la sociedad y que hace cuarenta años lo vaticinaba Alvin Toffler, en su libro El shock del futuro.
Y la verdad es que sí, todo está cambiando, y a un ritmo tan vertiginoso que no alcanzamos a dimensionar su verdadera magnitud. Es el caso de lo que ha sucedido en pocos años con la industria fotográfica, donde ya nadie compra rollos ni cámaras, ahora todo se maneja con y desde el smartphone. Por su parte, ya no se ven tiendas de discos gracias a plataformas como Spotify, donde accedes literalmente a toda la música del mundo y vía bluetooth la retransmites en prodigiosas barras de sonido de alta fidelidad, todo esto también desde el smartphone. Es tal el avance de esta tecnología que los carros nuevos ya no traen los viejos equipos de pasacintas ni de lectura láser de discos compactos, ahora desde la pantalla táctil se accede a toda la música que se desee y es posible integrar todos los servicios del smartphone, con todas sus aplicaciones, incluyendo navegación con GPS, utilizando el dispositivo de mando fónico.
Tampoco quedan ya videoclubes, gracias a la impresionante penetración de Netflix, y otros sitios web donde podemos ver en nuestro televisor o dispositivo móvil todas las películas que queramos. Es el caso de sitios como Gnula.nu; Miradetodo.net; Repelis.tv; Pelispedia.tv; MoviesPlanet. is; ProgramasFullMega.com; Pelis24. com; Popcornflix.com; Cinecalidad.com; Tubeplus.ag; Xmovies8; Snagfilms. com; PeliculasFlv.tv; Cuevana3. com.ar; 123movies.to; Viewster; Classiccinemaonline.com y Crackle. Cada vez hay menor número de agencias de viajes por culpa de Booking, Tripadvisor y Trivago, amén de Despegar y las páginas de cada aerolínea.
El libro de páginas amarillas también entró en desuso por cuenta de Google, donde encontramos a todo el mundo con su dirección y teléfono. Airbnb está atemorizando a los dueños de los hoteles y se ha convertido en una fuente de ingresos marginales para miles de personas. Por su parte Whatsapp se ha convertido en el peor enemigo de los operadores de telefonía fija y celular.
Las páginas sociales de los diferentes medios, como revistas y periódicos, han perdido toda vigencia ante la inmediatez de las redes sociales como Facebook. El tradicional servicio de taxis inexorablemente le cede terreno a Uber, mientras que los avisos clasificados en los periódicos no tienen forma alguna de competir con OLX.
Las viejas empresas de alquiler de autos, como Hertz y Rent a car, son ahora dejadas de lado por los usuarios que prefieren a Zip Car. A su vez, Tesla pone en duda el futuro de las tradicionales automotrices con motores a gasolina o diesel.
La época de los correos postales pasó a mejor vida con los e-mails y ya poco se ven las memorias USB o pen drives a causa de “la nube”, ahora es posible mantener en forma segura un gran archivador lleno de carpetas en el ciber espacio. Tampoco es necesario cargar pequeños aparatos localizadores, basta utilizar waze desde el smartphone.
Original y Nubank amenazan el sistema bancario tradicional, Youtube pone en riesgo a las empresas de televisión, Tinder y otros similares les quitan mercado a las discotecas, en Kindle tenemos todos los libros que necesitamos, lo que nos evita trastear pesadas bibliotecas, y Wikipedia acabó con los diccionarios y enciclopedias. En conclusión, el trasteo de una ejecutiva moderna cabe en su smartphone, su pc portátil y su maleta con su ropa.
Se dice que corremos más rápido cuando somos perseguidos por un tigre que cuando correteamos a un conejo, esa es una reflexión que debemos hacer entendiendo que la tecnología es un ágil y feroz tigre que amenaza devorarnos si no vivimos actualizados. De no hacerlo ponemos en grave riesgo nuestro trabajo actual, es cuestión de supervivencia.