Nunca antes, jamás, Cúcuta había tenido tanta exposición ante el mundo entero como la que tuvo con ocasión del paso de la ayuda humanitaria proveniente de USA y otros países hacia Venezuela, y del concierto multitudinario que organizó el millonario y filántropo inglés Richard Branson.
Esto ha hecho que muchos europeos del norte, asiáticos, africanos, australianos, japoneses y singapurenses se enteren de que por estos lados del planeta existe una ciudad llamada Cúcuta, lo cual ha sido una oportunidad única para promocionarla en todos los aspectos, tanto el turístico, como, especialmente, el de ser una ciudad privilegiada para invertir con miras al inminente proceso de reconstrucción de Venezuela, el cual demandará toda clase de bienes y servicios. Luego de 20 años de destrucción sistemática de ese país, es claro que sus necesidades son de todo orden, su aparato productivo fue literalmente diezmado, lo que hace de Cúcuta el sitio ideal para invertir en industrias y empresas proveedoras de insumos, bienes terminados e intermedios que atiendan la enorme demanda que se avecina.
Es de esperarse que lo hayamos aprovechado muy bien porque una oportunidad de esas no se da sino una vez cada 286 años, que es la edad que tiene la ciudad. Ni siquiera cuando ocurrió el terremoto de 1875 fuimos tan reconocidos por el mundo, lo que es obvio porque estos fenómenos se dan en todo el planeta y por el surgimiento de los medios digitales y las redes sociales.
Tan importante como que el mundo nos haya descubierto lo es que nosotros mismos nos hayamos redescubierto como una ciudad muy bella y muy importante por su ubicación, con una infraestructura vial más que aceptable, con lugares hermosos – como Unicentro -, con gentes cordiales y legendariamente solidarias, con una única pero grave deficiencia: falta de direccionamiento.
Es en eso en lo que debemos concentrarnos, en lo que no podemos equivocarnos a la hora de elegir, en lo que tenemos que trabajar unidos. No podemos desperdiciar el futuro el promisorio futuro que nos espera.
Carmen Elisa Ortiz Caselles
Gerente General