El mundo es complejo y se puede entender desde la interdisciplinaridad, por ejemplo, una mirada desde la economía, que cuenta con un corpus teórico y metodológico, ha cambiado por el crecimiento de las grandes industrias de la moda, quienes han reducido los estudios del mercado hasta llegar a convertirlos en modelos abstractos donde el ser humano juega un papel protagónico, como el comportamiento anímico de las personas, sus miedos, sus gustos y sus egos; otra disciplina que juega un papel importante en este escenario es la psicología, desde nos programan para desear y competir, lo que comúnmente llamamos consumismo.
La mente procesa la percepción y la comunica, por esta razón, si se transforma la imagen se transforma la comunicación representada en trajes, telas, accesorios, etc., se podría decir que es un closet de tendencias, por eso no existe imagen más efectiva para identificar un estado de ánimo que la moda. Me concentraré en el color y sus paradigmas, dos curiosidades que influyen en la mente humana al momento de pensar ¿que me pongo? El recorrido de observación de nuestro cuerpo al decidir empieza por definir:
EL TONO DE PIEL
Identificar cual es el tono de piel no es tarea fácil, hay dos formas sencillas
que recomiendo:
1. Grupo amarillo/ colores cálidos:
Si eres una persona que al momento de tomar sol, la piel toma tonos rosados o rojos, y si el iris de tus ojos se aclara y el pelo toma visos de colores, eres de este grupo.
Como se aplica en el vestuario?
Hombres y mujeres
Los tonos indicados que te ayudarán a deslumbrar son: amarillo, naranja, amarillo limón, mostaza, naranja, salmón, rojos, y marrón, terracota, verde claro, verde oliva, verde limón, verde aguamarina.
Recomendación para las mujeres: los anteriores tonos también se aplican en el maquillaje. Ej. Sombras marrones, rubor naranja, labios color salmón y la pestañina marrón.
2. Grupo azul / colores fríos:
Si eres una persona que al momento de tomar sol, la piel toma tonos color canela, el iris de tus ojos y el color del pelo no cambian, eres de este grupo.
Como se aplica en el vestuario?
Hombres y mujeres:
Los tonos indicados que te ayudarán a destacar son: azul claro, azul oscuro, azul petróleo, rojo, magenta, morado, rosado, violeta, morado, uva y cereza.
Recomendación: los anteriores tonos también se aplican en el maquillaje. Ej. Sombra azul, rubor rosado, labios color lila y la pestañina negra.
En el círculo cromático podemos apreciar los grupos de los tonos cálidos y fríos, con posibilidad de mezclar los colores opuestos, combinaciones que no la imaginamos ni arriesgamos.
Los colores blancos, negro, gris y beige son colores neutros, porque no compiten con otros colores, por el contrario, ayudan a enfatizar tonos protagonistas para conseguir el equilibrio y la estética en la imagen personal.
Para terminar, quiero preguntarles a nuestros queridos lectores, ¿es el color rosado para mujeres y el azul para el hombre?
Existe un paradigma con este color que en la actualidad se piensa que es de uso femenino y el azul masculino, pues NO es así. La razón es que las familias reales antes del siglo XX , no usaban el rosado para la princesa sino para el príncipe heredero, esta teoría se consolida porque antiguamente el color de los reyes era el rojo tanto por su simbolismo como por el hecho de que el tinte de este color era tan caro que sólo podían permitírselo las testas coronadas, por tanto, un «rojo de baja graduación» identificaba al varón destinado a ser el sucesor al trono, así mismo el color azul se identificaba con la Virgen María. El porqué de esta tonalidad se debe, según algunos, al color de algo tan puro como lo es el cielo de las buenas almas; pero para otros la razón de que la Virgen vistiera un manto azul se debía a que este pigmento era el más caro y lujoso después del rojo; estos cánones se redefinieron en 1927 cuando las grandes marcas determinaron el uso asociado a un género, instalando en nuestras mentes que el color rosado es para niñas y el azul para niños.
¿Cambiará de nuevo esta identificación? Esperemos que el dinamismo y flexibilidad social y laboral, que siguen evolucionando, permita que la ropa y su color también lo hagan.
Por Pilar Guzmán Lizarazo