Nada nos satisface más que ver que en la ciudad se mueve su economía, en particular su comercio, porque el efecto derrame que se produce en todos los sectores en las épocas de bonanza alivia en buena forma las deficiencias estructurales que se presentan, tales como el desempleo y la marginalidad.

Pero más nos satisface coadyuvar al éxito de las actividades comerciales, como fue el caso de la feria del automóvil organizada por FENALCO y denominada “Cúcuta sobre ruedas”, donde en tan solo tres días se lograron ventas de autos nuevos y motos por un valor de seis mil seiscientos trece millones ochocientos veinte mil pesos ($6.613.820.000), lo cual constituye un indicador bien válido e interesante de la robustez del comercio local y, especialmente, de que UNICENTRO es la mejor vitrina de la región para esta clase de eventos.

Esas cifras no se ven tan fácilmente en otras ciudades de similar tamaño y nos permiten ser optimistas sobre la suerte de Cúcuta como resultado de la creciente recuperación del mercado venezolano como resultado de la vertiginosa inflación que sufre el país vecino, tema al que hace referencia uno de los artículos de esta edición de la revista.

Miles y miles de venezolanos vienen cada día a adquirir en el comercio local aquellos productos que allá les son inalcanzables por esa mezcla fatal de inflación+especulación que encarece los precios sin compasión alguna, especialmente los medicamentos. Tenemos una oportunidad excepcional de hacer negocios y sostener al sector comercial, posicionando cada vez en mejor lugar a Cúcuta como la gran despensa de los vecinos.

Carmen Elisa Ortiz Caselles

Gerente General