Hablar en público es para algunas personas – quizás muchas – una tortura por el temor que les invade cuando están frente a un auditorio. Esto es algo que debemos superar para asegurarnos de tener las habilidades mínimas que hoy se nos exige para el desempeño de nuestra labor profesional, en todas las áreas.
Tarde o temprano llegará el momento en que tendremos que hablar en público y será entonces cuando nos juguemos nuestra suerte en el trabajo. Una buena presentación puede significar aumentos y promociones, mientras que una presentación desastrosa podría ocasionar un despido.
Hay muchos trucos que se van perfeccionando con la práctica para mantener viva la concentración de un auditorio cuando nos dirigimos al público. Vamos en este artículo a referirnos a uno al que le llaman “el silencio incómodo”. Con el combatimos el peor error que se puede cometer ante el público, que es la precipitud al hablar.
Este error es producto de la inexperiencia, el susto de dirigirnos a un público nos lleva a querer terminar lo más pronto posible nuestra intervención, y lo que se hace a la carrera por lo general termina mal. Luego vienen los arrepentimientos tardíos por haber hablado sin haber pensado lo que ibas a decir.
Hay una estrategia que conocidos emprendedores como Tim Cook, director ejecutivo de Apple, y Jeff Bezos, fundador de Amazon, utilizan con frecuencia, precisamente para concentrar toda su atención en sus palabras.
Se trata de la «regla del silencio incómodo», un concepto desarrollado por Justin Bariso, consultor y autor del bestseller «EQ Aplicado, Guía para la Inteligencia Emocional en el Mundo Real».
Consiste en que cuando te enfrentas a una pregunta desafiante, en vez de responder de inmediato, haces una pausa y piensas profundamente cómo quieres responder.
¿Por qué es incómodo?, porque la pausa puede ser de 10 segundos, 20, o incluso más tiempo, haciendo que el interlocutor se sienta desconcertado, si no está acostumbrado a este tipo de interacciones. La gran ventaja que esto tiene es que cuando inicies tu intervención tendrás al público muy concentrado en lo que dices.
Mentes inteligentes como Tim Cook o Jeff Bezos acogen la regla del silencio incómodo, sin embargo, también es utilizada por muchos otros avezados oradores. Esta regla siempre ha sido una herramienta valiosa de la inteligencia emocional, porque te permite equilibrar el pensamiento y la emoción, en vez de reaccionar basado solo en los sentimientos.
Cuando iniciamos nuestra intervención con un silencio de 10 a 20 segundos buena parte del auditorio comienza a pensar si será que olvidamos lo que íbamos a decir, o que de pronto entramos en un shock de pánico escénico y no sabemos qué diablos estamos haciendo allí.
Beneficios
La inteligencia emocional, se refiere a la capacidad de entender y manejar las emociones. Cuando estamos bajo presión, hablamos y actuamos de una manera diferente a cuando tenemos tiempo de analizar las cosas.
Quienes tienden a responder demasiado rápido un ataque o una pregunta generalmente se meten en problemas. Por ello cuando practicas la regla del silencio incómodo por un tiempo suficiente, dejarás de sentirte incómodo y empezarás a disfrutar de los siguientes beneficios:
- Silenciar el mundo exterior
- Ejercitar tu pensamiento
- Llegar a la raíz de los problemas con mayor efectividad
- Dar respuestas mejor pensadas, más profundas
- Equilibrar tus emociones
- Estar en armonía con tus valores y principios
- Decir lo que realmente quieres decir
- Aumentar tu confianza
Una de las dudas que genera esta regla es si efectivamente cualquier persona puede implementarla. Es decir, no todos somos Cook, Bezos o Jobs, y lo que en algunas personas puede parecer muy interesante, en otras podría llegar a ser visto como insólito, inadecuado, o completamente fuera de lugar. La clave está en aprender a generar autoconfianza en nuestras habilidades y resistirnos a la tentación de contestar lo primero que se nos viene a la cabeza y al menos dejar un pequeño espacio para pensar antes de hablar.