Los seres humanos nos encontramos siempre en constante cambio en la forma en la que afrontamos el mundo, vivimos nuestro día a día, trazamos nuestros proyectos, etc. Es muy diferente a como lo hacíamos años atrás y es sencillamente el movimiento y la evolución el punto donde podemos descubrir lo que nos hace o hará realmente felices.
La globalización de la comunicación, el acceso a redes sociales, la crisis ambiental y laboral nos han empujado a reconsiderar nuestra forma de actuar, como individuos y como sociedad. Los adultos, jóvenes, adolescentes y niños, son una prueba de esto, dentro de sus prioridades ya no se encuentra la necesidad de un ‘trabajo soñado’, refiriéndose a trabajos de oficina que consumen todo su tiempo por una cantidad de dinero que difícilmente podrá ser disfrutada, o comprar grandes propiedades que honestamente te quitan la tranquilidad por todos los préstamos que debes pagar para lograrlo y claro, el siempre clásico ‘hijos = familia completa’ quedó completamente en el pasado.
En los últimos años se ha empezado a sentir la inclusión como realidad, no como discurso y sin duda se debe a que cada día muchos hombres y mujeres deciden ir realmente por su felicidad y no por lo que le quiera imponer la sociedad, porque, la verdad es que somos únicos y el camino de cada quien es diferente y fluido, es decir, no hagas que nada sea como ‘debe ser’, aprende a escucharte, organiza un plan que te haga feliz y esfuérzate al máximo para cumplirlo, no importa si la familia que quieres formar es diferente a la que llevamos tantos años entendiendo como única forma de ser, lucha por la profesión u oficio que quieres y sé siempre el mejor, cree en tus ideales, busca formas de ser práctico y deja el ego atrás.
Otro de los aspectos que hemos asimilado ya como parte de nuestra sociedad es COMPARTIR. Sí, desde pequeños nos han enseñado que debemos compartir con los más necesitados, pero, la realidad es que cuando se deja de estar en una posición de seguridad o ventaja es cada vez más difícil hacerle caso a mamá y… COMPARTIR. Claro ejemplo de esta situación son las grandes empresas, que por años temían que sus ideas fuesen robadas, que sus campañas visuales las publicara alguien más y todo este tipo de guerras entre titanes, pero, hemos cambiado, con el crecimiento de tantos pequeños emprendimientos que van a la cima y por las diferentes capacidades económicas de estas empresas, muchos son los que han decidido rentar entre varios los mejores espacios a un precio que todos puedan cubrir, dando paso así, a los Co-Working, Co-Living, Co-Leasing y todas estas formas increíbles de adquirir grandes espacios donde se puedan vivir diferentes EXPERIENCIAS (esto comienza a ser lo más importante en nuestro libre desarrollo, estamos valorando más lo que podemos vivir, que lo que podamos tener) a un precio pagable.
Estos espacios cuentan con usuarios muy parecidos a nosotros, que buscan lo mismo y están abiertos a compartir ideas y colaborar en diferentes aspectos con el propósito de crecer con ayuda del otro, con apoyo de los clientes o seguidores de los otros y creando así, ventas en cadena, que son sencillamente ventas que se desarrollan a consecuencia de alguien más, ya sea una marca u otro cliente. Así que es momento de ser práctico, en la vida, en el trabajo, en el amor. Y ser feliz, siempre estar feliz y pleno, esta tranquilidad nos permite enfocar nuestra energía en lo verdaderamente importante.
2021 será sin duda un año donde el COMPARTIR le saque ventaja al POSEER, no te quedes en el pasado, ve tras tus sueños, reorganiza tus metas y anímate al cambio.