Las empresas son los escenarios montados con infraestructuras acordes a las necesidades de sus productos o servicios, que son en últimas los que llegan a los clientes o consumidores.
Esa actividad empresarial se fortalece con el RRHHH o talento humano necesario, para que se den todos los procesos integrales desde la organización, siendo el ser humano el recurso el más valioso en el proceso administrativo. Por eso se logra el ciclo de planeación, organización, dirección, control y ejecución, soportado en los principios y teorías administrativas como las de Taylor, Fayol, Mayo y las modernas de innovación.
La administración como ciencia social, enmarca todos los procesos en la eficiencia y eficacia, respetando el entorno y las normas del nivel interno y externo, y como es un proceso es cambiante y adaptable, tal es el caso excepcional de trabajar en medio de una pandemia, que generó alternativas para improvisar escenarios de trabajo, adecuar sistemas online y hasta abordar temas legales como el trabajo en casa. Por ello muchas compañías, oficinas de servicios públicos y privados han dejado de atender de manera presencial y la virtualidad marca el común denominador, y eso ha sido aceptable y se ha ido generando en costumbre, lo que marcó la posibilidad de requerir una ley que admita el trabajo desde casa y casi marca hoy día una tendencia.
Esta adaptación, para mi concepto, va a ser pasajera o temporal, en virtud de que la contingencia de hacer labores desde casa ha servido para sostener en parte el funcionamiento empresarial, mantener el trabajo y protegerse del virus. Pero el trabajo en casa puede generar situaciones difíciles como: Interrupción del clima familiar, mezcla de momentos imposibles de evitar y que impiden dedicación especial, problemas en definición de tiempos para la labor, frustración de mantener relaciones amistosas con amigos de trabajo, limitaciones en la intimidad de un lado y del otro, además los hogares no están hechos para la labor y se mezclan espacios que no son recomendables, por otra parte se pierde el lema y buena política de que las cosas del trabajo son del trabajo y las del hogar son del hogar, haciendo que ese límite imaginario desaparezca.
Como si fuera poco, además de estas circunstancias y otras, se debe tener en cuenta que el impacto económico se empezará a reflejar cuando los consumos generales y básicos bajen, por ejemplo, el transporte, alimentos, vestuario y accesorios entre otros muchos más. Por lo tanto, el sector económico en ese futuro lo notará en sus cifras y sin duda reaccionará.
Como es una experiencia vivida y una buena práctica, pienso que el stand by que aún persiste, muy pronto terminará y la reactivación presencial retornará en algo más del 95 por ciento.
La prueba fue haber sabido manejar la nave en estos momentos turbios y al llegar los buenos tiempos navegar seguros y con rumbo claro lleno de lecciones y adaptaciones bien acertadas que harán parte de la nueva realidad empresarial.
Carlos Iván Márquez Pérez
Administrador de Empresas