No solo Colombia sino el mundo entero vive de escándalo en escándalo. Y los temas se reciclan, como es el caso ahora de los llamados Pandora Papers, que parece calcado de los llamados Papeles de Panamá. Lo curioso de esta vez es el nombre que se le ha dado al episodio.
Para una mejor comprensión del tema podemos comenzar por señalar que Pandora, era una mujer. Y no cualquier mujer: fue la primera mujer sobre la tierra, de acuerdo con la mitología griega. Creada por el principal dios del Olimpo, Zeus, como castigo a Prometeo por haber revelado a la humanidad el secreto del fuego. Seguramente esto se prestará para hacer flojos chistes sexistas. A diferencia de la mitología judeocristiana, donde la primera mujer aparece como necesaria para acompañar al hombre, en la griega se ve a la mujer como un instrumento creado para castigar a alguien. Ella en venganza abre una misteriosa caja que se le había pedido mantener cerrada porque contenía todos los males posibles.
Pero no es de esa Pandora de la que vamos a hablar sino de una colosal investigación periodística así bautizada en la que han colaborado más de 600 periodistas de 117 países bajo la coordinación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), por sus siglas en inglés. Otros medios que han participado en el proyecto, considerado la mayor colaboración periodística de la historia, son Le Monde (Francia), The Guardian (el Reino Unido), The Washington Post (Estados Unidos), L’Espresso (Italia) o La Nación (Argentina), entre otros, quienes, junto a El País, de España adelantaron la titánica tarea.
Se filtraron 12 millones de documentos sobre las fortunas de personas poderosas, incluidos más de 330 políticos de 90 países, han revelado las complejas redes que se construyen en el mundo de los negocios para mover dinero. Esto ha desnudado a medio mundo, aunque en países como Colombia esto no representa ninguna sanción diferente a la incomodidad que genera el escándalo inicial.
Para ello utilizan compañías offshore secretas para luego ocultar su riqueza en paraísos fiscales. Offshore significa fuera del territorio. Una sociedad offshore es aquella registrada en un país en el que no desarrolla ninguna clase de actividad económica. Suelen estar registradas en paraísos fiscales. Son las auténticas empresas de papel creadas para beneficiarse de las condiciones que ofrecen dichos paraísos. Las grandes ventajas que ofrecen los centros offsshore son: el carácter secreto de la información, importantes ventajas fiscales, y que los activos estarán protegidos. Los nombres de los propietarios serán muy difíciles de rastrear. Hay que destacar que una empresa offshore no tiene por qué ser ilegal si se declara su existencia al fisco.
Si la empresa llevase a cabo alguna clase de actividad económica en el país donde se ha constituido pasaría a ser una empresa onshore, por lo que debería pagar unos impuestos muy parecidos a los de cualquier país con un elevado nivel de impuestos. La creación de una offshore permitirá evitar tributos como el impuesto de sucesiones, el Impuesto de Patrimonio o impuestos sobre la renta y sobre el consumo.
Para poder constituir una sociedad offshore habrá que pagar la cuantía establecida en el centro offshore. Por otra parte, también habrá que pagar al intermediario legal o abogado que se encargará de realizar todas las gestiones para la constitución de la sociedad offshore. Hay que resaltar que crear este tipo de sociedades no tiene mayores obstáculos.
Estas empresas no realizan ningún tipo de actividad económica y no es necesario que se realicen juntas de accionistas ni que tengan empleados. A diferencia de las sociedades tradicionales, no hay obligación de presentar cuentas anuales, lo que hace que no sean necesarios gastos de contabilidad y auditoría.
La mayoría de las veces se utiliza este tipo de sociedades para defraudar a Hacienda. Se evaden impuestos que luego terminan recayendo sobre otros contribuyentes. Pero también muchas sociedades offshore han sido utilizadas para ocultar fondos procedentes de actividades criminales como el terrorismo y el tráfico de drogas.