Las pechugas de pollo rellenas de jamón y queso, también conocidas como cordon bleu o San Jacobos, son algo más que las típicas pechugas rebozadas. En su interior, guarda una grata sorpresa en forma de jamón cocido y queso derretido. Siempre nos hacen quedar muy bien ante nuestros más críticos invitados, son fáciles de preparar y resultan económicas. Todos estos son atributos que son de gran importancia en estos tiempos.
Para hacerlas, necesitaremos dos filetes de pechuga de pollo por persona, una rodaja de jamón york, otra de queso y poco más. Muy pocos ingredientes. Veamos detalladamente la elaboración esta deliciosa receta.
INGREDIENTES POR PERSONA:
2 filetes de pechuga de pollo
1 rodaja de jamón york
1 rodaja de queso para sándwich
Harina
2 huevos
Pan rallado
Sal y pimienta
aceite
MODO DE PREPARAR
1.- Salpimentamos los filetes de pollo. Los filetes los venden ya empacados en cualquier supermercado. También puedes encontrarlos en cualquier carnicería, si se lo pides al carnicero te lo va a hacer y si no, puedes hacerlo tú mismo en casa a partir de una pechuga de pollo entera.
2.- Cubrimos uno de los filetes con el queso. Encima, ponemos una rodaja de jamón cocido (si no cabe entera, puedes doblarla por la mitad) y encima, cubrimos con más queso amarillo o doble crema para sándwich. Finalmente tapamos con otro filete de pechuga de pollo
3.- Cogemos firmemente con los dedos la pechuga de pollo rellena de jamón y queso para que no se deshaga ni se salga el relleno y lo pasamos todo primero por harina, después por huevo batido, al cual previamente le habremos echado una pizquita de sal y finalmente por pan rallado. Reservamos en un plato.
4.- Cuando hayamos empanado bien todas las pechugas, congelamos durante 10 minutos o metemos en la nevera una hora. El objetivo es hacer que el empanado se asiente bien en el pollo
5.- Freír en abundante aceite hasta que quede bien dorado por fuera y cocinado por dentro. Un par de minutos. Finalmente, poner sobre papel absorbente antes de servir junto a una ensalada o unas papas fritas.
Así de fácil tendremos nuestras pechugas de pollo rellenas de jamón y queso. Al partirlo, ¡el queso fundido irá brotando del interior!
Esta receta es perfecta para cualquier ocasión. Puedes incluirla incluso, en tus menús más especiales. Prepáralas y ofrécelas en cualquier novena navideña que hagas en casa, quedarás como toda una princesa. ¡Pruébalo!