Son muchas las historias, consejos y anécdotas que podemos encontrar acerca de convertirse en mamá por primera vez, pero, es muy poco lo que se comparte del otro 50% de esta historia, LOS PAPÁS. En esta ocasión tuvimos la dicha de conversar con Rafael Flores, un hombre y esposo increíble que hace poco vio nacer a su pequeño y adorable bebé y nos cuenta con toda honestidad cómo ha sido toda esta experiencia.
¿Cómo te sentiste al enterarte que serías papá?
RF: Bueno recuerdo que tenía pocos días de haber comenzado un nuevo trabajo, estaba aún en ese proceso de inseguridad que todos tenemos al comenzar en un nuevo trabajo, era el final de la tarde cuando mi esposa me envió una imagen con un test de embarazo mostrando resultado positivo, sentí un bombazo de adrenalina en mi cuerpo acompañado de emoción. A mi cabeza lo primero que vino fue: “Bueno, ahora si tienes un gran motivo sin derecho a rendirte para meterle el pecho y el alma a lo que venga porque no importa qué, ya vendrá en camino alguien que dependerá de ti y no le puedes fallar”. Lo segundo que vino a mi cabeza fue “wow esto son solo cosas de Dios, que este bebé creciera sin ninguna probabilidad, porque no fue buscado, pero sí deseado” ya que mi esposa años atrás había tenido un embarazo ectópico, y semanas atrás le dije a mi esposa “si ha de venir un bebé que venga” y así fue.
¿Qué emociones vinieron a ti el día del parto?
RF: Soy una persona a la que me toma tiempo digerir los acontecimientos importantes, en el momento tomo todo muy en calma, evitando cometer errores y después es que caigo en cuenta de todas las consecuencias del suceso, sean buenas o malas, este fue bueno para mi suerte, por lo tanto ese día estaba bastante enfocado en que mi esposa tuviera el trabajo de parto menos traumático posible y además de que el bebé naciera sin ninguna complicación o problema.
¿Qué ha sido lo más difícil de todo este proceso?
RF: Es un cambio total, en la vida, en la rutina, en como uno actúa y concibe la vida, en mi caso soy algo obsesivo compulsivo de reglas, dinámicas, controles y eso me ciega un poco en ser empático con las personas o momentos, pero he tenido que ir cambiando y relajándome para que todo se convierta en una situación más equilibrado entre EL PLAN Y LA DISCIPLINA y SABIDURÍA Y CAPACIDAD DE IMPROVISACIÓN, esto es lo único que te ayudará a no entrar en un descontrol mental por si algo no se hizo de una forma y entonces las cosas no estarán bien. Sin duda eso ha sido lo más difícil para mí.
¿Cómo fue ese primer encuentro con tu hijo?
RF: Lo vi recién salido de mi esposa en medio de la cesárea y sólo decía en mi mente “es real, es real, es grande y hermoso” al mismo tiempo trataba de darle palabras de calma a mi esposa diciéndole que él estaba bien, que estaba enorme, hermoso y con muchísimo cabello, que estuviera tranquila que debíamos esperar que el procedimiento quirúrgico terminara. Una vez lo colocaron en la cuna de recién nacidos el no paraba de llorar con sus ojitos cerrados y comencé a hablarle, de una forma asombrosa inclinó su cabeza hacia el lateral donde yo estaba y dejo lentamente de llorar, como si eso le dijera que estaba con alguien que ya conocía desde el vientre y que no tenía que preocuparse, esos segundos me dejaron helado, aún lo recuerdo perfectamente, no pensé que él desde antes de nacer si pudiera llegar a reconocer mi voz y sentirse seguro.
¿Qué ha sido lo más bonito de haberle dado vida a una personita?
RF: En mi corazón cada segundo ha sido inolvidable, sin embargo, puedo compartir algunos momentos o mejor dicho, sentimientos, como saber que ese amor ha nacido solo y no ha sido en sus inicios recíproco, como se ha ido construyendo de una forma que es bastante difícil de explicar pero que incluso te hace ponerte en cierta parte en segundo plano y que los momentos de estrés con él desaparecen en un segundo al verlo sonreír o hacer alguna nueva mueca porque sin duda para mí, mi hijo tiene la sonrisa más hermosa, noble y dulce que alguna vez yo haya visto en alguien.
¿Qué cambió en ti antes y después de convertirte en papá?
RF: Sin duda hay decisiones que se deben estudiar y pensar más, los pros, los contras, y que el bienestar de él debe estar por encima del mío, pero sin yo perder mi esencia o volver esto algo de castigo. El bebé llegó a nuestras vidas y sí, obviamente nuestras dinámicas cambiaron, pero él debe integrarse a esta familia con sus dinámicas, no nosotros tenemos que abandonarnos o dejar de ser quienes somos. Esto no significa que, por ejemplo, él deba trasnochar porque nosotros tenemos el hábito de dormir más tarde de lo común, pero tampoco significa que nos olvidaremos de compartir como pareja una noche de películas mientras él duerme.
¿Ha cambiado la relación con tu esposa?
RF: Sí claro esto ha sido un cambio brusco, fuerte donde antes éramos dos y nos conocíamos en nuestra faceta de novios, amigos, esposos, pero, ahora es una faceta que ninguno conocía del otro y es el de padres, por lo tanto ha sido un poco conocer de nuevo a esa persona con la cual llevabas años compartiendo vida, pero en un nuevo rol para ambos.
Convertirse en papás representa sin duda un cambio radical y absoluto en nuestra vida, es normal pasar de la risa al llanto, del saber al no tener idea y del querer mil hijos más a solo desear salir corriendo, con el paso del tiempo son más los obstáculos que se deben superar y cada momento nos deja un inmenso aprendizaje.
Por Amerika Guerrero
@adeamame