Es el momento de renovar nuestros propósitos de amor, de emprendimiento, de amistad, de lucha y entrega, en fin, de todas las cosas buenas que tenemos para darles a los demás y muy especialmente a nosotros mismos.

La caridad comienza por casa, reza el adagio popular. Nada más cierto, ese debe ser uno de los propósitos más importantes que podemos y debemos hacernos, sobre todo en un país, en una ciudad y en estos tiempos de total incertidumbre, en los que no tenemos la certeza de que mañana estaremos acá, disfrutando al menos del simple hecho de respirar.

De manera que este comienzo de año es el tiempo de consentirnos regalándonos lo que más nos gusta, lo que tanto y por tanto tiempo hemos deseado, de encontrarnos o reencontrarnos con esa persona con la que tenemos una cuenta emocional pendiente, de pagar ese abrazo y ese beso que quedamos debiendo. Es tiempo de comprarnos ese vestido o esa cartera que hace rato nos atormenta desde una vitrina, de darnos ese gusto de adquirir lo que quizás no es más que un capricho.

Solo cuando hayamos satisfecho esa inquietud habremos comprendido un poco más quiénes y cómo somos, cuál es el tamaño de nuestra ambición y la naturaleza de nuestros más íntimos deseos.

Así las cosas, este comienzo de año es el momento ideal para correr a Unicentro, donde con una inmensa sonrisa somos recibidos y acompañados para darnos ese gusto reprimido que nos ayudará a tener un año de claridad y certeza para cumplir esos propósitos que hemos venido postergando, o procastinando, como se dice ahora.  

Son tantas y tantas la cosas que hay acá que es imposible no encontrar ese algo que nos va a mover la aguja del entusiasmo por iniciar este nuevo año   con especial optimismo. Se dice que son los niños quienes más disfrutan la visita al centro comercial, pero al parecer todos se la gozan, bien sea tomándose un buen café, un buen batido o un gigantesco helado de cualquiera de los muchos sabores que acá pueden encontrar.

Estamos preparando muy agradables sorpresas para nuestros visitantes, de manera que venga con su familia y espere a que de pronto sean ustedes los sorprendidos – valga la redundancia – con algo que le alegrará el día y le hará sentir más entusiasmo por estar en Cúcuta. Los esperamos.

Carmen Elisa Ortiz Caselles

Gerente General