El hombre es un ser fundamentalmente emocional. La emoción, que en su origen debió ser escudo protector máximo de la supervivencia biológica, es hoy lo que mantiene vivo y competitivo al hombre en su relación con los demás. Es más, posiblemente sea uno de los fundamentos más profundos de su ser, Mora (2000). Según Portellano (2005), se puede...