ANATOMÍA | EL SOLEO

El cuerpo humano es perfecto, nada le falta y nada le sobra. Es el caso bien evidente cuando vemos el músculo conocido como el Soleo, el cual es poco conocido para la gente en general, pero de una gran relevancia. Y no sólo porque es indispensable para poder estar de pie y caminar.

El sóleo, situado en la parte baja de la pantorrilla, es uno de esos órganos polifacéticos que no sólo nos mantiene erguidos, sino que contiene dos importantes venas en su interior que juegan un papel clave en la circulación sanguínea. Por ello muchos lo han definido como un «segundo corazón».

El sóleo es esencial para cualquier actividad que se haga de pie o caminando. Para los músculos que mantienen la estructura de tu cuerpo, como los que están en lo profundo de tu espalda y mantienen tu columna espinal erguida, el cuerpo usa fibras de contracción lenta. Son fibras que, aunque no están hechas para realizar movimientos repentinos, tienen una gran resistencia y se pueden mantener contraídas por horas con pocos síntomas de fatiga. Es lo que te permite permanecer de pie o caminando por periodos prolongados.

Tiene una gran cantidad de fibra muscular y la fibra muscular tiene un elemento que es clave para la creación de energía, las mitocondrias. Debido a la gran cantidad de mitocondrias, vemos que cuando lo estimulamos, genera una gran cantidad de energía.

Es esa densidad de fibras la que hace que este músculo, que apenas representa el 1% del peso corporal, tenga una capacidad energética muchísimo mayor que muchos otros órganos del cuerpo.

Al contraerse, el músculo compacta las venas, devolviendo la sangre hacia el corazón. Por ello, además, tiene una función muy particular: ayuda al corazón en su trabajo de bombear la sangre alrededor del cuerpo.

La anatomía del sóleo es distinta a la de los otros músculos. Dentro de las pantorrillas, hay unas grandes venas que están dentro del sóleo. La gravedad está haciendo que la sangre se acumule en nuestras pantorrillas y en los tobillos y pies. Es un problema que le ocurre a la gente adulta, incluso a la gente joven.

Pero la sabia naturaleza puso estas venas dentro del sóleo para que se compriman cuando el músculo se contrae. Cuando las comprime, esas venas se llenan y se vacían y envían ese fluido de vuelta al corazón.

Como todos los músculos del cuerpo, el sóleo necesita trabajo para mantenerse saludable. Pero a diferencia del trabajo al que sometemos a los músculos de fibras rápidas, el del sóleo debe ser un trabajo más lento y constante, como caminar. Lo que requiere es simplemente trabajo. No lo puedes dejar quieto. El reposo, el sedentarismo le es muy malo, pero también la sobreexposición a trabajo de fuerza también lo afecta.

Mantener una buena actividad muscular y un buen tono muscular hace que todo el sistema metabólico funcione mejor. Baja el riesgo de enfermedades. El cerebro también funciona mejor, por tanto, hay también menos riesgo de demencia, es decir, la calidad de la salud mental mejora.

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