Ubicado a orillas del río Sinú y frente a la Plaza Cultural de la ciudad de Montería, se encuentra el Centro Cultural Guillermo Valencia Salgado, inaugurado a finales del año 2019, el cual le rinde homenaje al gran músico, escritor y folclorista más conocido como ‘Compae Goyo’.

Este lugar, como el prócer de su inspiración, persigue el rescate de las tradiciones y la esencia del hombre y la mujer ‘sinuanos’, al dar un espacio a los artesanos, dulceros, y puestos que resaltan la gastronomía propia de la región.

Y sí hablamos de un rescate, eso inevitablemente nos va a remitir a una amenazante pérdida, y es que debido a que en el pensamiento de la nueva generación solo se logre vislumbrar una tenue sombra de lo que una vez caracterizó al monteriano, las instituciones gubernamentales, y más aún, las personas que abrazan y viven de la cultura, buscan concientizar acerca de la posible crisis cultural debido al desinterés que presenta la juventud.

Crisis, que fue prevista por Valencia, y el registro de esto está en unos de sus poemas agrupados en el libro, El Sinú y otros cantos, donde le habla a su gente y recalca que es posible estar al tanto de lo que una vez se llamó nuestro:

…Sin embargo no sabemos

francamente qué tenemos.

Todo está diseminado,

escondido e ignorado.

Sabemos sí, que es tan viejo,

porque lo que sabe el pueblo

lo aprendió de sus abuelos…

De ahí, que costumbres como el trenzado en las artesanías que forman patrones como los que se encuentran en el famoso sombrero vueltiao, técnica que es vista pero no entendida, y precisamente esta práctica, originada hace siglos, se puede apreciar como una armoniosa combinación de las fibras negras y blancas para formar figuras geométricas o manchas. Pero lo que es ignorado es que estos dibujos simbolizan elementos totémicos o religiosos de la cultura Zenú.

Sí, de esa cultura ancestral que constituye el comienzo de todo, pues es en su semilla donde se encuentra el alma de lo que llamamos folclor, y que como también indica Valencia, poco sentido tendría la cultura, sin ellos; los Zenú; los padres de la esencia que se quiere salvar:

…Sinú, palabrita misteriosa…

Cuando te pronuncia el Indio

tienes sabor de leyenda.

Quien aprendió a conocerte

y a saborearte enseguida,

tiene empeñada la vida

desde la cuna a la muerte…

En efecto, ese conjunto de conocimientos que proceden de años y años de historia, y determina nuestra manera de vivir, deben ser acogidos, respetados y proclamados, ya que la aparente crisis cultural en la juventud monteriana tiene la posibilidad de borrar todos los antiguos saberes acerca del monteriano. Cabe mencionar que esto podría replicarse en más ciudades de Colombia.

Por lo que una de las maneras de recordar las luchas, las riquezas y el ingenio de nuestros ancestros, sería llevar las obras artísticas que a través de sus tintes pueden contar lo que la globalización se intenta llevar.