Un famoso enólogo argentino dice que “Ningún vino es la gran cosa si el que lo bebe no pone de su parte un poco de sensibilidad, fantasía, emoción, amistad y buen gusto …..y hace de todo ello un momento inolvidable”.  Bueno, a decir verdad, es una frase grandilocuente que, igual, podría decirse de un aguardiente o de una cerveza.  Pero no, siempre será más apropiada para el vino por ese encanto mágico que tiene desde los tiempos de Noé.

Siendo una bebida tan antigua y tan vigente entre nosotros, parece que es bien corto nuestro conocimiento sobre ella, la gran mayoría escasamente sabemos que hay vinos rojos, blancos y rosados. En esta nota intentaremos ampliar rápidamente el tema para no pasar tan ignorantes ente nuestros amigos o los meseros de algún buen restaurante.

Comencemos por decir que el vino es el resultado de la fermentación del jugo de la uva junto con su piel y semillas (mosto). Hay uvas rojas y verdes, y el color de la uva determinará el color del vino. La cepa es la variedad de la uva utilizada. Los vinos rojos más conocidos son el Pinot Noir, el Merlot, el Malbec y el Cabernet Sauvignon, pero igual están el Carmenere, Syrah, Cabernet Franc, Tempranillo, Tannat, Mazuelo, Garnacha y Bonarda. Las blancas son Sauvignon Blanc, Chardonnay, Riesling, Verdejo, Albariño, Vioger, Gewürztraminer y Torrontes.

A su vez, los vinos se clasifican en los espumados, los naturales y los fortificados. Los espumados, del tipo champaña, tienen dos fermentaciones: la primera es la propia del vino natural, y la segunda tiene lugar en la botella. Los naturales son los ya mencionados rojos, blancos y rosados, estos últimos resultan de tener por tiempo más breve el contacto del jugo con el mosto de la uva roja.   

Otra forma de categorización del vino es dada por el tiempo de su preparación, así los llamados vinos jóvenes o sin crianza son aquellos que no son guardados en barricas de roble sino de acero inoxidable y son creados para su consumo inmediato. Los vinos de reserva o de crianza deben ser guardados en barrica de roble alrededor de un año y un poco más en la botella.

Los vinos Gran Reserva deben permanecer en barrica más de un año y luego en botella al menos seis meses más. Por su parte los vinos Premium exigen una guarda en barrica superior al año y medio y su tiempo de evolución en botella es mucho mayor.

Los vinos fortificados son aquellos que reciben una dosis complementaria de alcohol como refuerzo en su proceso de vinificación. Generalmente se hace agregando brandy de uvas en el proceso de fermentación, entre los más conocidos están el Vermouth, el Jerez y el Oporto.

El mercado del vino presenta un importante crecimiento en Colombia, es muy fácil conseguir a buenos precios vinos españoles, italianos, portugueses, chilenos y argentinos. Beber una o dos copas antes de dormir es una muy saludable delicia.