La Constitución y la Ley 278/96 crearon la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, (CPCPS), la cual, mediante la aprobación de representantes del Gobierno, los empleadores y de los trabajadores, fija el Salario Mínimo Legal, SML, del que dependen para el próximo año el incremento de los precios de los Bienes y Servicios, multas, comparendos, arriendos, avalúos, servicios públicos, peajes, entre otros. Las variables que más pesan en dicha decisión son: la INFLACIÓN y la Productividad.
Así mismo, el Código Sustantivo del Trabajo, CST, establece que se deben tener en cuenta las modalidades de trabajo, capacidad económica de las empresas y las condiciones de cada región o actividad económica. La INFLACIÓN es la más relevante, pues determina el poder adquisitivo de los consumidores, los costos productivos de los empresarios y el gasto fiscal del Gobierno. Respecto de la productividad, los empleadores la califican como positiva, habida cuenta de los niveles de reactivación económica que ha tenido el País.
La Comisión debe decidir a más tardar el 15 de diciembre. Si no hay consenso, las partes discordantes tienen 48 horas para argumentar su posición, y volverse a reunir con la contraparte para tomar una decisión antes del 30 de diciembre. Si llegada esta fecha no existe unanimidad entre las partes, el Gobierno Nacional ajustará el salario por decreto, teniendo en cuenta los factores antes mencionados.
Generalmente el ajuste anual no compensa la INFLACIÓN. Si se determina un aumento mayor, los colombianos adquiriremos más productos y servicios o ahorraremos más; si es menor, perderemos poder adquisitivo, es decir, trabajaremos igual, ganaremos un poco más, pero podremos consumir menos.
Este pugilato estará para tomar “ringside”, por un lado, los efectos del descontento social y el impacto económico causado por la pandemia van a tener un gran peso. Sin olvidar, que habrá elecciones presidenciales que tendrán una gran injerencia.
Trabajadores, empresarios y Gobierno aún no plantean una propuesta concreta respecto a cuanto se debe aumentar el SML para 2022. Sin embargo, del lado de los empresarios se vislumbra cierto consenso para que el incremento salarial esté por arriba de la inflación. La dirigencia laboral mantendrá un poderoso as bajo la manga, buscando un apetitoso incremento. El BR estima una INFLACIÓN de 4.9% finalizado el 2021.
En economía las proyecciones se rozan con la adivinación, por lo que, crear falsas expectativas seria vana ilusión, pero estaríamos muy contentos si fueran 3 puntos porcentuales por encima de la INFLACIÓN, o más, si se puede.