Por Carmen Elisa Ortiz Caselles – Gerente Unicentro Cúcuta
Convendría que los cucuteños viéramos con eficaz preocupación los indicadores sociales y económicos de la ciudad.
Decimos “eficaz” porque de nada sirve simplemente preocuparnos sin hacer nada positivo y concreto. Llevamos muchos años ocupando el deshonroso primer lugar en materia de desempleo en el país y por eso el tema ha terminado por convertirse en una especie de paisaje tradicional al que nos acostumbramos y que, al parecer, ya a nadie le interesa cambiar. Como si no nos diéramos cuenta de que es esa la raíz principalísima de todos los males posibles para una ciudad: de ahí se deriva la inseguridad y el consecuente desestímulo a la inversión y al turismo (ya se fueron tres aerolíneas por falta de pasajeros).
El hambre que genera la falta de ingresos de la población por la vía de empleos estables es el caldo de cultivo perfecto para el germen de la corrupción. Por hambre mucha gente es manipulada, vende su voto y está dispuesta a hacer todo lo malo y lo bueno que se les presente, es una elemental y comprensible razón de supervivencia.
Hay un deterioro evidente de la economía local que se aprecia en la reducción del movimiento de pasajeros por el aeropuerto, en la drástica reducción de personal en las agencias de viajes y de aduanas, en las cifras de la merma de los ingresos reales del comercio, la industria, la minería y el turismo.
No podemos esperar a que nadie traiga el remedio a nuestros males, y menos en un año preelectoral. Nos toca a nosotros mismos hacer la tarea de formular las estrategias que le reimpriman mayor dinamismo a la economía cucuteña. Será mejor que primero hagamos el ejercicio al interior de cada empresa, luego en conjunto con nuestro gremio y colegas de actividad económica, y finalmente las discutamos en un escenario ampliado a nivel local para ser posteriormente presentadas como un imperativo regional ante el poder central.
Gustosamente ofrecemos nuestro concurso para colaborar en las labores de definición temática, la coordinación y la logística que este ejercicio demanda. Actuando en forma decidida y con la metodología apropiada podremos darle la vuelta a la situación actual.