Es claro que estamos en un mundo interconectado de múltiples formas, validando el concepto de aldea global en el que los medios electrónicos han reducido los tiempos y las distancias a unos términos de inmediatez jamás pensados. Las noticias se conocen en tiempo real y las reacciones son instantáneas iniciando conflictos o afectando el precio del dólar y la economía en general.
Nos acostumbramos a vivir en ese universo tan complejo y a veces pareciera que por la gran profusión de acontecimientos olvidamos o ignoramos que, tal como sucede en el escenario ampliado de carácter mundial, igual ocurre en el marco de lo local, en el que de igual manera las noticias negativas nos afectan a todos.
Es lo que pasa, por ejemplo, con el creciente número de noticias sobre la inseguridad reinante en la ciudad, con unas cifras impresionantes de homicidios y asaltos que nos presentan como un pueblo sin Dios ni Ley, lo cual es un factor disuasivo para nuevos emprendimientos industriales y comerciales que agrava la ya difícil situación de desempleo e informalidad.
De ahí que la recuperación de la seguridad plena y la justicia operante debe ser un propósito de todos y no solamente de las autoridades de policía y de la alcaldía. Son muchas las maneras en las que la ciudadanía puede actuar en función de mejorar las condiciones de su convivencia de tal forma que reine la confianza entre todos y de todos con todo: con la justicia misma, con el gobierno, con las instituciones.
En este sentido y en esta materia el aporte de Unicentro tiene especial relevancia como quiera que la seguridad es una de las principalísimas promesas de valor que le hacemos a quienes nos visitan, a nuestros locatarios y, en general, a la ciudad toda. Y a fe que la honramos, bien sea reduciendo al mínimo la posibilidad de ocurrencia de algún evento desafortunado, o respondiendo cabalmente en lo que pueda correspondernos.
Eso es lo que nos hace tan especiales y tan preferidos por las familias cucuteñas.
Carmen Elisa Ortiz Caselles
Gerente General