Como se dice en el argot hípico, en abril comienza “tierra derecha” en el transcurso del año. Ya por esta época se han destapado todas las cartas del juego económico, político y social. Ya se sabe para dónde vamos, o para dónde nos quieren llevar.
El hecho de que hayan naufragado algunas de las reformas propuestas por el gobierno, o que tengan muy enredada su aprobación en el congreso, no quiere decir que ya pasó el riesgo de que más adelante se impongan de alguna manera. En los tres largos años que faltan del mandato Petro muchas cosas pueden pasar, y a nadie le da seguridad alguna la oposición de hoy. Eso puede cambiar en cualquier momento.
El empresariado colombiano, en todos sus niveles y sectores, debe constituir un bloque indisoluble si quiere mantenerse como una opción válida en la opinión pública para el direccionamiento del país. No es poca cosa el inmenso poder que puede llegar a tener un gobierno, más aún cuando sus intereses son diferentes al bienestar general.
Es el momento de sincronizarnos para hacer bien las cosas que tenemos que hacer como empresarios, como comerciantes, como industriales. Nunca antes el país había estado en tan grave riesgo de irse cuesta abajo, como lo hizo nuestra vecina Venezuela ante la mirada indolente del resto del planeta, que encontró en el principio de la no intervención la excusa más cómoda para permitir la permanencia de un régimen tan desafortunado para los vecinos, que podría replicarse en nuestro país si nos desunimos en la protesta y en la oposición.
Decíamos que estamos en tierra derecha porque ahora tenemos más elementos de análisis para la toma de decisiones de inversión o de desinversión. Es posible que la prudencia nos conduzca hacia un escenario de desaceleración de la economía y que decrezcan – como le encanta decir a alguna ministra – algunos sectores claves para el desarrollo del país.
Quiera Dios que logremos sortear con éxito este año, si lo hacemos habremos superado los grandes escollos que entraña la incertidumbre de un régimen francamente incierto y nos habremos disparado hacia un destino de crecimiento con desarrollo.
Carmen Elisa Ortiz Caselles
Gerente General