EDUCACIÓN | LA PUNTUALIDAD, UNA VIRTUD

Nada más esencial en el trato social que la puntualidad, es la forma más pura de demostrar respeto, no solo por el propio tiempo, sino por el ajeno. Es sinónimo de educación, consideración y humildad, y es una cualidad que sobresale en el entorno personal y laboral, logrando establecer lazos interpersonales basados en el respeto que llegan a ser muy fuertes y valiosos.

Ella demuestra educación y disciplina. Organizar nuestra vida es vital, sin un cronograma todo sería desorden y terminaría causando estrés y malos entendidos e incluso podría llevarnos a ser excluidos del contexto social en el que nos movemos.

La palabra puntualidad se deriva del vocablo “punto”, y este proviene del latín “punctum” que significa “pequeña marca o instante”, se mide con el tiempo y este a su vez con un instrumento, el reloj.  El primer paso para ser puntual es aceptar que se es impuntual y corregirlo.

La puntualidad es fundamental en los eventos y reuniones sociales. No nos define como personas, pero habla muy bien de nosotros en el campo laboral y personal. Se inculca desde el hogar y es considerada en nuestra sociedad como una virtud.

La impuntualidad es la escasa organización del tiempo, el desinterés que se le da a ciertos actos y el confort proporcionado a nuestra desdeñosa actitud, lo cual perjudica a la persona impuntual. Es importante evaluar y determinar qué está produciendo su impuntualidad para que más adelante no se vea afectada su buena educación y respeto por sus congéneres.

Para ser puntual

  • Reconozca que es impuntual. No podrá corregirse si no acepta que lo es.
  • Sea consciente acerca del tiempo. Considere el suyo y el de los demás.
  • No haga demasiados planes, ello tiende a llenarse de pendientes.
  • Prepare todo desde la noche anterior. Adelante lo más que pueda, sobre todo, si va a tener una reunión de trabajo muy temprana.
  • Duerma temprano. No a las ocho de la noche, pero tampoco a las dos de la mañana.
  • Aproveche la tecnología. Las herramientas digitales pueden convertirse en sus grandes aliadas a la hora de organizar y dar cumplimiento a sus tareas.
  • Despiértese con la primera alarma. Olvídese de los típicos cinco minutos más.
  • Configure dos alarmas. Una para alistarse y otra para cuando atraviese la puerta.
  • Llegue quince minutos antes, preverá cualquier contratiempo.
  • Lleve un libro consigo. Lea mientras espera o use la Tablet para sus pendientes.

Un beneficio que nos brinda la puntualidad es que al ser cumplidos y siempre llegar a tiempo a nuestros compromisos, las personas tendrán confianza en nosotros, o sea, la puntualidad nos hace dignos de confianza y credibilidad en las tareas familiares, en los negocios, en el trabajo, en los compromisos sociales y en síntesis en cualquier aspecto de nuestra vida en sociedad. Llegar tarde puede ocasionar un gran estrés y no podremos cumplir satisfactoriamente con los objetivos propuestos. 

Luis Emigfio Guerrero Romero

*Asesor en Protocolo y Etiqueta

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