Si hay una buena noticia para destacar en Cúcuta es el excelente resultado obtenido por el colegio Mercedes Ábrego en la prueba internacional PISA – Programme for International Student Assessment -, lo que lo coloca en una posición de privilegio a nivel mundial en términos de la calidad de la educación que imparte.
Es el fruto de un trabajo concienzudo iniciado hace unos siete años y que implicaba un buen grado de riesgo porque se fundamenta en hacer lo que a muchas personas les da pereza: pensar con método y discutir en clase las lecturas, lo cual exige un buen grado de capacidad no solo del alumno sino del profesor, quien debe estar en condiciones de administrar la conjunción del conocimiento adquirido por el alumno con el pensamiento crítico y su aptitud para expresarlo.
Este modelo de pedagogía conceptual es la que se aplica en los países más avanzados del planeta y difiere mucho del tradicional, que se soporta en la memorización por parte del alumno, y que resulta muy cómodo para el profesor porque no le hace mayores exigencias. Por el contrario, el modelo educativo por competencias se basa en el manejo del conocimiento útil, situado en un contexto determinado, acá lo aprendido se entiende como útil y necesario, ya que está pensado para ayudar a los alumnos a enfrentarse a situaciones del mundo real. Esa es la gran diferencia y ventaja con el método tradicional, en el que la lectura se evalúa por metros y no se digieren los contenidos sino simplemente se evalúa la capacidad del alumno de repetir como loro lo que leyó, muchas veces sin haber comprendido mayor cosa.
Tal como se ve en las películas norteamericanas, cuando el alumno ingresa a clase ya ha leído y tiene una posición crítica respecto del tema a tratar. La discusión dirigida por el profesor permite avanzar y crecer el conocimiento sobre la materia, lo cual explica el mayor grado de desarrollo en ciencia y tecnología de los países llamados del primer mundo. Es muy claro que la mejor forma de redistribuir la riqueza en cualquier nación es brindando educación de calidad para todos, pare que no se presente esa discriminación que se da cuando existe disparidad en el reparto de conocimientos y competencias. Por ello se impone el reto de la universalización de este método de pedagogía dialogante auspiciado por la Fundación Alberto Merani, hacer que todos los colegios de Cúcuta y el Departamento lo apliquen.
El colegio Mercedes Ábrego de Cúcuta no solamente nos llena de orgullo sino también de esperanza en el porvenir. Estos resultados logrados no son flor de un día – el año pasado también fueron magníficos – y seguirán en este propósito que contribuye al enriquecimiento del capital social regional. Tener cada año veinte o treinta nuevos bachilleres formados bajo este esquema académico es algo que a todos debe ilusionarnos, entre más pronto nuevos colegios se sumen a este modelo, más rápido comenzaremos a ver progreso.