Es creciente la ola de emprenderismo que se viene dando en el mundo entero, gracias a lo cual abundan los programas de apoyo a estas llamadas startups, donde se consigue apoyo financiero para aquellos proyectos bien sustentados. El reconocido programa de televisión “Shark Tank”, originario de Japón, ya no solo se realiza en los Estados Unidos sino que tiene su versión mexicana, brasileña y colombiana. Allí se dan muy buenos consejos que son útiles para cualquier emprendedor. Uno ce los tiburones, Mark Cuban, ha compartido algunos de ellos y Unicentro Contigo se ha dado a la tarea de complementarlos con varios otros.
- No empieces una compañía a menos que tu corazón esté en ello, debes sentir el deseo de aplastar a la competencia.
- Cuando te inviten a asociarte a una empresa, pregúntate qué tan fácil podrá ser tu salida cuando resuelvas retirarte.
- Es un error pensar que únicamente montas tu empresa para ganar dinero. Tienes que tener vocación de empresario.
- Está bien si deseas vender tu negocio algún día por una gran suma de dinero, pero eso no debe distraer tu objetivo de seguir ampliando tu empresa.
- No te eches mentiras, tu plan de negocio tiene que ser realista, nada de que vamos a ser líderes mundiales.
- Escoge bien el momento de entrada al mercado, no podemos vender árboles navideños en enero.
- Revisa bien las barreras de entrada y los costos ocultos de tu proyecto, a veces son determinantes.
- ¿Qué socio hace qué? Cada socio tiene que definir claramente qué quiere obtener del proyecto empresarial. Es importante identificar los roles, defínelos con precisión y establece por escrito qué funciones asumirá cada socio. Esto te ayudará a evitar conflictos en el futuro.
- Las ventas curan todo, esto es lo único y realmente importante cualquiera sea tu estilo de administración.
- Descubre las habilidades fundamentales de tu organización y enfócate en ser bueno en ello. Invierte en personas que tengan estas habilidades, contrata personal que encaje en la cultura organizacional pero que no sea muy caro.
- No te preocupes por los beneficios desde el principio será muy bueno que tus competidores fuertes ofrezcan a sus empleados grandes privilegios, pero tu compañía aún no puede hacer eso. Cuando empiezas desde abajo das sólo café y mejor dedicas tu dinero a los asuntos que realmente importan.
- Calcula un capital inicial de trabajo para más de tres meses. Piensa a más largo plazo, tienes que tener una estructura de cobros y pagos adecuada. Si no puede que tengas que hacer frente a problemas de ahogo financiero en tus primeros años de vida. Para evitar esto tienes que tener claro que cobro no es igual a ingreso, y que gasto no es igual a pago. El desfase temporal cobro-ingreso de tus trabajos, que no eliges tú, lo tienes que ajustar mediante un desfase análogo en tus pagos-gastos, que sí negocias.
- Haz revisiones semanales de los estados financieros. Puedes encontrarte con que las cifras no cuadran porque el negocio va mal o por un error de cálculo en tu plan de negocio. Analiza por qué se producen desviaciones.
- Al comienzo emplea oficinas abiertas, no ubiques a tus trabajadores dentro de cubículos ni te encierres en una oficina apartada. Tener oficinas abiertas tiene a todos en sintonía de lo que sucede y mantiene la energía arriba, sugiere Cuban.
- Recuerda que tú eres la imagen de tu empresa, tú eres tu marca. Y ella va vinculada a ti en todos los actos sociales a los que acudas, a todos los correos electrónicos que envíes y a todas las conversaciones que mantengas. Con clientes, empleados, proveedores, etcétera.
- Aunque tu producto tenga un mercado potencial enorme, dirígete primero a un nicho. Al principio, centra todos tus esfuerzos de comunicación en ese segmento. Es más eficaz disparar con un fusil de precisión que con una ametralladora. Cuando hayas logrado clientes en ese nicho, habrás generado un conocimiento sobre tu producto que te hará más fácil abordar otros y te dará credibilidad para conseguir más recursos”.
- A fin de cuentas, todo se reduce a las relaciones personales. ¡Haz networking! Ve a eventos de tu sector, conoce gente que esté en tu línea de negocios, bien sea como cliente, proveedor o competidor, vamos, haz networking. No es lo mismo recibir un correo electrónico comercial impersonal, que una llamada de alguien que has conocido o ha sido referenciado por algún amigo.
- Delega, delega, ¡ah!, y delega. No lo quieras hacerlo tú todo, tu abogado sabe más que tú de leyes; tu contador más que tú de números; y tu comercial, más que tú de técnicas de ventas. Deja a la gente haga su trabajo y reúnete con ellos periódicamente para ver la evolución de cómo van las cosas.
- No contrates a una firma de relaciones públicas Para Cuban una agencia de relaciones públicas no ayudará a un nuevo emprendimiento de tal manera que justifique su pago.
- Mantén las cosas divertidas, crea y mantén un clima organizacional lo más agradable posible para ti y para tus empleados. Asegúrate de que ellos disfruten su trabajo, haz que se enamoren de la organización.
- A decir verdad, todos estos consejos tienen el gran mérito de provenir de la experiencia de hombres y mujeres que han sido emprendedores, con los éxitos y fracasos propios de la actividad.