Con mucha frecuencia pasamos como personas de gran incultura por desconocer elementales normas de etiqueta. A veces nos encontramos con personas que ni siquiera saben qué existen tales normas de etiqueta.
Cuando hablamos de reglas de etiqueta generalmente debemos asociarlas con el grado de educación que tenemos. Muchas de ellas pueden estar vinculadas a comportamientos en presencia de amigos y familiares, otras a protocolos de conducta. En algún momento todos hemos roto una u otra de estas reglas de etiqueta, por lo que, si no quieres caer de nuevo en el error y dejar una buena imagen, tenlos presentes para la próxima ocasión.
Se entiende por reglas de etiqueta a una serie de protocolos de conducta que definen nuestro comportamiento social aceptado, según la situación o el contexto social concreto. Estos pueden ir desde saber cómo comportarse en la mesa cuando estamos comiendo o mantener una cierta compostura durante una conversación. Las más habituales reglas de etiqueta que todos hemos roto alguna vez en nuestra vida son las siguientes.
Dejar plantado al anfitrión
Puede que sea una boda, un cumpleaños o simplemente una cena con amigos previamente organizada. En definitiva, un evento social. Si habías sido invitado, pero por cualquier motivo días después de la invitación tenías claro que no asistirías, nunca deberías dejar plantado al anfitrión. Confirma que no podrás presentarte, no lo dejes pasar. No importa cuál sea la razón para no asistir, debes avisarlo.
Decir que vas al baño
Si estás en un restaurante o en una comida con amigos y te surge el clásico apretón, jamás debes decir que vas a ir al baño. Mucho menos, dar pista de si vas por la razón número uno o por la razón número dos. Una regla de etiqueta correcta en este caso sería simplemente decir ‘discúlpenme un momento’. Nadie necesita saber si tienes o no ganas de ir al baño.
Ser chismoso
Es inevitable, a la gran mayoría nos encantan los chismorreos entre compañeros de trabajo o bien amigos. Lo cierto es que se trata de un comportamiento de lo más tóxico que, en más de una situación, podría complicar las relaciones con otras personas. Generalmente creemos que con eso nos mostramos importantes por lo informados que parecemos, pero, por el contrario, parecemos terriblemente incultos.
Beber en un brindis en tu honor
Seguramente esta regla de etiqueta no la conocías, pero así es, no deberías de beber cuando se trata de un brindis en tu honor. Para que te hagas una idea, sería como aplaudirte a ti mismo. Simplemente levanta tu copa y ya está, disfruta viendo cómo los demás beben a tu salud.
No presumas de tus cosas
Puede que acabes de comprar un coche que te ha costado mucho conseguir, por fin has conseguido hacer con la compra de tu primera casa o tener un ascenso en tu puesto de trabajo. Está bien que comentes estas metas personales con amigos y familiares, pero hazlo con humildad, no lo conviertas en el tema principal de la conversación y te jactes de ello.
Mirar el celular mientras conversas con alguien
Un auténtico clásico de los tiempos que corren. Ya de por sí deberías de evitar poner tu móvil encima de la mesa si estás en público junto a otras personas; pero es peor aún cuando has quedado con alguien para hablar y dejas el piloto automático en la conversación centrando toda tu atención en el móvil. No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti.