Resulta por lo menos curioso que las veinte personas que más tiempo han logrado vivir son todas mujeres. No faltará el chistoso que haga algún apunte gracioso sobre esto, como decir que su longevidad se debe a que no tenían esposa ni suegra. La más longeva fue una francesa que nació en 1875 y murió en 1977, seguida de una norteamericana nacida en 1880 y fallecida en 1999.
Pero es igualmente muy curioso que su muerte ocurrió hace relativamente poco, quizá porque estos registros no se llevaban hace dos siglos o más.
Ahora, lo interesante es que el techo de la vejez parece estar corriéndose hacia edades mucho más avanzadas gracias a la ingeniería genética, la medicina regenerativa, vestibles e Inteligencia Artificial (IA), las cuales se combinan para crear un poderoso antídoto contra el envejecimiento.
No es un asunto de ciencia ficción, ya es una realidad y se encuentra disponible en los laboratorios de investigación académica y en los centros de Investigación y Desarrollo empresariales de tecnología. La Revolución de la Longevidad es el resultado del efecto acumulativo de avances en varios campos de la ciencia y la tecnología: desarrollos en el entendimiento y manipulación de genes y células, desarrollos de diagnósticos de salud a pequeña escala y el cambio radical en la forma de pensar sobre salud y envejecimiento con el apalancamiento en data en todos los aspectos, desde el descubrimiento de fármacos hasta el tratamiento de precisión de la enfermedad.
La IA en el sector salud nos ayudará a vivir vidas más largas y saludables, creando un impacto similar al que las computadoras personales e Internet han logrado en la manera como trabajamos, compramos y cómo interactuamos. IA reducirá enormemente los diagnósticos equivocados, detectará rápidamente el cáncer, enfermedades de la sangre, diabetes y otras condiciones tan temprano como sea posible; acelerará radicalmente los conocimientos de los investigadores sobre envejecimiento y enfermedades; y reestablecerá a los médicos como proveedores de cuidados holísticos que disponen de tiempo para sus pacientes. En 10 años se estarán viendo resultados sorprendentes. A continuación, se describen los 4 principales componentes.
Innovación en Ingeniería Genética
El Proyecto del Genoma Humano, completado el año 2003, secuenció exitosamente el genoma humano, un total de 24.000 genes individuales. Hoy en día es factible secuenciar el genoma individual en una tarde en un solo laboratorio por US$200. Esto permite predecir muchas enfermedades hereditarias y la probabilidad de sufrir de cáncer y también ayuda a científicos y médicos a entender y desarrollar tratamientos para innumerables enfermedades comunes y excepcionales. Aunado a IA ayuda a identificar tratamientos médicos personalizados para el paciente.
Innovación en Medicina Regenerativa
Para alcanzar el objetivo de vivir hasta los 200 años, es necesario encontrar la forma de restaurar el cuerpo en la misma forma en que se repara un auto o se renueva una casa. Hay varias tecnologías que apuntan en esa dirección:
Células madre – Terapias de célula madre aprobadas por el FDA en Estados Unidos están apuntando hacia condiciones específicas. Nuevas terapias, usando las células madres de la persona están siendo utilizadas para extender la capacidad del cuerpo de regenerarse a sí mismo. Son prometedoras para la preservación de la vista, para la salud del riñón y del hígado, para reparar lesiones a la espina dorsal y para tratar condiciones como diabetes o Alzheimer.
Creación de nuevos órganos
Usando bio-impresion 3D, métodos de bioreactores internos u otros métodos de xenotrasplantes se podrán producir reemplazos a la medida de nuevos órganos como corazones, riñones, pulmones, pancreas o hígados.
Soluciones mecánicas – La bioingeniería moderna ha restituído exitosamente la vista y la audición en seres humanos usando sensores y conjuntos de electrodos para enviar información visual y auditiva directamente al cerebro. Exoesqueletos mecánicos le permiten a parapléjicos competir en olimpíadas y proveen riñones artificiales y corazones mecánicos.
En conclusión, podemos afirmar que estamos cerca de prolongar nuestra existencia. Sólo que para ello debemos también prolongar nuestros ingresos, porque estos métodos son bien costosos y aún no hacen parte del llamado POS.