Una nueva polémica se ha desatado en el mundo acerca de si es saludable o no el consumo de carnes rojas, por cuenta de un enjundioso estudio que acaba de ser publicado en Annals of Internal Medicina (Anales de Medicina Interna), en el que participaron más de veinte de los mejores especialistas doctorados de todo el planeta.
Estos científicos hicieron un metaanálisis sobre consumo y efectos con 17 estudios que analizaron 2,2 de millones de personas y la relación de la carne no procesada y el cáncer, encontrando una certeza muy baja frente a la premisa de que la disminución del consumo de carne puede reducir la mortalidad por tumores. Según sus resultados su efecto es tan bajo y sin diferencias estadísticamente significativas que no justifica recomendar su disminución por incidencias en cáncer de mama, colon, esófago, estómago, páncreas y próstata. Y al sumar efectos cardiometabólicos y de cáncer se analizaron otros 70 estudios con 6 millones de participantes, que en su mayoría dieron pruebas inciertas.
El doctor Vasco, odontólogo de Cúcuta, sostiene que sin tener que hacer tan sesudos análisis es fácil concluir que, simplemente observando la arquitectura de nuestros dientes y muelas, nacimos para ser carnívoros, siempre lo fuimos, al menos desde los primeros australophitecus hace más de siete millones de años.