La Genovesa – llamada así por su origen en Génova, Italia – es uno de los bizcochos más conocidos en el mundo de la repostería por su delicioso sabor y fácil preparación. Intentemos hacer una siguiendo estos consejos:
Ingredientes
- 7 huevos frescos.
- 7 cucharadas de azúcar.
- 1 cucharadita de vainilla.
- 1 cucharadita de polvo de hornear.
- 7 cucharadas de harina (cernida).
Para la salsa
- Crema de leche: 1 lata grande
- Leche evaporada: 1 lata grande
- Leche condensada: 1 lata grande
- Opcional: 1 cucharada de gelatina sin sabor.
La torta genovesa se puede servir con o sin cubierta o merengue. Tenga en cuenta que agregar merengue le da al postre un aspecto mucho más estético, pero también aumenta el valor calórico.
Sin embargo, no es muy significativo en relación al contenido calórico total de la torta. Si prefiere incluir el merengue, estos son los ingredientes que necesitará:
- 3 claras de huevo.
- Azúcar (a gusto).
- Cómo preparar la torta
- Primero, precaliente el horno a 180°C.
Separe las claras de las yemas. Conserve la yema dentro de cada cáscara para utilizarla más adelante.
Luego, bata las claras con una batidora a punto nieve. Si prefiere, utilice una espátula en lugar de la batidora.
Sin dejar de batir, agregue la primera yema y luego una cucharada de azúcar y siga batiendo hasta que se disuelvan completamente.
A continuación, agregue otra yema, azúcar y así hasta haber batido todas las yemas y todo el azúcar.
Luego, agregue las 7 cucharadas de harina, una a una.
Asegúrese de que la cucharada de harina que agregue quede bien disuelta antes de agregar la siguiente.
Utilice una espátula para despegar la mezcla de las orillas y, a la vez, haga movimientos suaves y envolventes para evitar que los huevos bajen de volumen.
Engrase y espolvoree con harina un molde circular. De ser posible, utilica un molde desmontable.
Finalmente, vierta la mezcla en el molde y llévala al horno entre 25 y 30 minutos.
Para saber si ya está hecha en el horno, introduzca un cuchillo en la torta y verifique que salga limpio.
La salsa
Mientras la torta está en el horno, proceda a preparar la salsa así:
Primero, en un vaso de licuadora, vierte la leche condensada, la leche evaporada y la crema de leche.
Luego, bate hasta lograr una mezcla uniforme.
Al sacar la torta del horno, estando aún caliente, vierta unos tres cuartos de la salsa (guarda el resto para verter sobre las porciones al servir).
Le recomendamos pinchar la torta en cuatro puntos de la superficie para que absorba bien la salsa. Deje que se enfríe y luego la refrigera durante 2 horas antes de servir (excepto que decida agregarle merengue).
El merengue para la torta genovesa
Si va a decorar la torta con merengue sáquela del molde y colóquela en un plato amplio.
Primero, agregue las tres claras de huevo y bata hasta punto nieve.
Lentamente, agregue azúcar y siga batiendo hasta obtener la consistencia adecuada. Luego decore la torta con el merengue.
Finalmente, refrigere durante 2 horas.
Antes de disfrutar de esta maravilla tómele fotos y nos las envía a revista@unicentrocucuta.com. ¡Buen provecho!
La palabra pesto se deriva del término pestare, que en italiano significa machacar con mortero, y es el nombre de una de las salsas italianas más famosas en el mundo entero. Si bien su lugar de origen es Génova, fue en Liguria donde tuvieron a bien añadirle albahaca, lo que la mejoró sustancialmente y la extendió por toda Italia haciendo que aparecieran variantes, como el pesto rojo siciliano, o el pesto de Trapani (también de Sicilia).
El hecho de que pueda congelarse la hace una salsa muy práctica que podemos conservar para aplicarla a diversas comidas, tales como pastas, pizza, carnes, cualquier ensalada y muy recomendable como relleno de arepa de maíz blanco. El sabor de esta preparación típica del norte de Italia le da un toque especial a cualquier cosa que prepare en su cocina.
INGREDIENTES
- 3 tazas de hojas de albahaca pequeñas
- 2 dientes de ajo
- 1/4 taza de almendras
- 1/4 de taza de queso rallado Parmigiano Reggiano
- 1/4 de taza de queso rallado Pecorino romano
- 1/3 de taza de aceite de oliva virgen extra
- Una pizca de sal
PREPARACIÓN
Para hacer la salsa pesto de forma tradicional machacamos en un mortero los dientes de ajo, las almendras y la albahaca fresca hasta lograr una pasta más o menos uniforme. Agregamos el queso parmesano rallado, el aceite de oliva virgen extra, y dos o tres cucharadas del agua muy caliente donde hayamos hervido la pasta. Seguimos machacando la salsa pesto en el mortero hasta obtener una salsa homogénea.
Si usas un procesador de alimentos debes ponerlos todos juntos, excepto el aceite, y pulsar poco a poco hasta que estén muy finamente picados. Lentamente añadir el aceite de oliva y mezclar a velocidad baja.
Comer inmediatamente, volcando la pasta sobre la salsa pesto o congelarla en cubeteras de hielo durante dos horas aproximadamente. Una vez congelados los cubitos podemos sacarlos y meterlos en una bolsa de congelación, así los tendremos listos cuando queramos preparar alguna receta con pesto.
Podemos descongelar la salsa pesto en la nevera, llevándola a temperatura ambiente antes de usarla. Si está un poco espesa puedes utilizar un poco de aceite de oliva o una gotita de agua para emulsionarla. Esperamos que la primera vez que la prepare le quede deliciosa, de lo contrario ensaye una vez más, no desista, hasta que se vuelva experto. Ya entonces no dejará de prepararla cada vez que tenga invitados.