Su historia transciende hacia los siglos 16 y 17, cuando los campesinos de la región de Valencia (España), llevaban consigo arroz, aceite, sal, faltando así el ingrediente principal de esta, que era el conejo o el pato, y recogían caracoles y legumbres para completar esta, si señores esta es la verdadera y única paella.
Las variantes que con el tiempo han ido transcendiendo como la paella marinera, la mixta que es con frutos del mar y carnes, o la de arroz negro con calamares en su tinta, apareciendo más tarde otros tipos de paellas como de verduras, alcachofa, morcilla, y sin dejar de nombrar una variante que es de lo más delicioso “LA FIDEGUA” que accidentalmente surgió cuando los pescadores en alta mar se quedaron sin arroz y usaron pasta para agregar a todos los ingredientes.
El arroz debe quedar entero, seco y suelto, y jamás se debe mover este en la cocción, y para darle un buen sabor utilizar el aceite de oliva.
Una anécdota que me sucedió haciendo la preparación de este suculento plato, fue con un amigo y vecino llamado José uno de los dueños del restaurante Focaccia Gastrobar en Cúcuta, comprados los bivalvos (mejillón, almejas, y todos los que tengan concha) para hacerle una paella que me encargo, debemos tener muy en cuenta, los mariscos de este tipo si vienen abiertos no debemos consumirlos, estos solo se abren en la cocción y o si vienen pre cocidos, al igual si no se abren en la cocción tampoco debemos de consumirlos, casualmente me llegaron abiertos y no se los puede incluir en la elaboración, optando por cargar la paella con más langostinos.
Todo esto se realiza en una paellera, comúnmente conocida, se sofríe con aceite de oliva la cebolla, y doramos junto a esta el pulpo (previamente cocido) el calamar o pota, las cabezas de chipirón el tomate picado y los camarones, salamos con sal fina,, vamos incorporando el arroz, mi toque con el arroz es sofreírlo un poco, y enseguida el caldo .
Una vez que el caldo vaya evaporándose vamos colocando los pimientos en tiras tratando de decorar el plato, con los mejillones, almejas y langostinos.
Dejándolo reposar con un trapo limpio por encima de la paellera unos 10 minutos, para que salga el vapor y se mezclen bien los olores.