Las nuevas propuestas gastronómicas han centrado sus esfuerzos en crear platos únicos y deliciosos que permitan a los comensales vivir nuevas experiencias.
Sin embargo, el servicio a la mesa se ha transformado, en su mayoría, en un concepto americano o autoservicio; muchos han olvidado la importancia de un servicio de calidez que permita mantener clientes a largo plazo, exalte la calidad de los platos y que por medio del voz a voz atraiga a nuevos interesados. La calidad de un buen plato es demasiado importante, sin embargo la experiencia que se lleva el cliente es la manera como es atendido desde que entra hasta que sale del establecimiento, por lo tanto la calidez en el servicio se convierte en la punta de lanza para que un establecimiento nuevo comience a posicionarse y a ganar clientes permanentes que con el pasar de los años se convertirán en importantes amigos de nuestras marcas.
La mayoría de establecimientos que han decidido adoptar el sistema de autoservicio lo han hecho es su mayoría por reducir costos y generar un ambiente de informalidad entre sus comensales. No obstante, el precio que se debe pagar por este es que todo gire alrededor de la calidad del producto y la habilidad para mantenerlo diferente a otras propuestas, dejando de lado el proceso de venta y la fidelización de clientes.
Como consecuencia, el menor cambio en el plato podría convertirse en su talón de Aquiles. Para todos los que cuenten con meseros o auxiliares de servicio es muy importante que tengan en cuenta las siguientes recomendaciones a la hora de entrenarlos para que no solo consigan ventas efectivas sino que hagan sentir a sus clientes como reyes:
1. Conocer el establecimiento: No basta solo con conocer el menú a la perfección, que de por sí es fundamental, sino que, además, es necesario asegurarse de que todo funcione correctamente, los aires acondicionados, los baños, que las mesas no cojeen, el tiempo estimado de las distintas preparaciones, que las bebidas estén bien frías, si alguno de los platos contienen algún ingrediente que pueda provocar alergias en ciertos comensales y todos los demás detalles posibles.
2. Dar una buena primera impresión; esto se logra manteniendo las mesas bien limpias una vez se hayan retirado otros comensales, uniformes bien puestos y aseados, que no haya aromas desagradables y que cada colaborador cuente con una cara amable.
3. Un saludo que inspire confianza. Los millennials son los nuevos consumidores, una generación digital, sociable, críticos y exigentes; están siempre en búsqueda de nuevas sensaciones y experiencia; por eso es importante hacerlos sentir en confianza y más que ir por una comida pueden encontrar un sitio donde hacer amigos y, ojo, muy importante: tomar fotos.
4. Anticiparse a los clientes. Si tenemos casa llena o por alguna razón los pedidos están más demorados de lo normal, es muy significativo decirlo a los clientes y ofrecer algunas bebidas o entradas que no requieran mucha preparación para que los comensales sientan más amena la espera.
5. Estar atentos a la mesa. Si bien no es necesario preguntar cada cinco minutos si necesitan algo más, es muy importante repasar las mesas atentos a que el cliente pueda pedir algo más, al momento de llevar el plato es importante preguntar si están bien de bebidas o desean algo más.
6. Preguntas de satisfacción. Una vez llevada la cuenta es muy importante preguntar acerca del servicio, haciendo en lo posible preguntas cerradas para tener mejor información. ¿Considera que debería mejorar algo del plato? ¿Cumplimos sus expectativas? ¿Las bebidas fueron adecuadas? ¿Disfrutó la experiencia en nuestro restaurante? Recuerde que tenemos servicios especiales para cumpleaños (en caso de que los haya).
Finalmente es muy importante recordar que los descuentos y promociones se hacen con el fin de aumentar el número de clientes; por lo tanto, es vital prestar un servicio de calidad y calidez, incluso si tenemos la casa llena, esto nos asegurará no solo nuevos clientes satisfechos sino amigos que nos visitarán de nuevo.