El fin de la segunda década del siglo XXI nos deja avizorar la velocidad impresionante a la que se mueve el mundo como efecto de la interacción de las fuerzas económicas y tecnológicas imperantes. Todas y cada una de las cuatro que mencionaremos tiene la potencia suficiente para transformar la sociedad en el inmediato futuro.
5G
Es el caso de la tecnología 5G en las conexiones móviles que ya se utiliza en varias ciudades de USA, en Corea del Sur, en Inglaterra y Alemania, lo que acrecentará la brecha del desarrollo con el resto del mundo. Es 100 veces más rápida que la 4G, transmite datos a una velocidad de 1 a 10 gigabytes por segundo. Con ello una película en full HD se descarga en 10 segundos y el llamado internet de las cosas perfecciona su enlace. Además, mejora ostensiblemente la operación de vehículos autónomos.
La tecnología 3G llegó en 2001 y ofrecía 2 megabytes por segundo, luego en 2009 llegó la 4G con conexiones hasta 10 veces más rápidas y a ella tiene acceso sólo el 25% de las conexiones móviles, las demás siguen en 3G. En términos de factor de progreso y desarrollo es abismal la diferencia entre los países con una y otra tecnología, ese desequilibrio aumentará este año y lo hará aún más en cada uno de los años venideros.
Economía tecnológica
El predominio de la tecnología se evidencia en el cambio sustancial que se aprecia en la composición del escalafón de las que eran las grandes empresas que dominaban las bolsas de valores en el mundo hace tan solo cinco años: Apple, Exxon, Berkshire Hathaway, Petro China, Walmart, General Motors y Ford Motor Company. Pero actualmente la tecnología y el comercio se unieron de tal manera que la información ha pasado a ser más valiosa que los activos físicos, prueba de ello es que de estas empresas solo una – Apple – figura entre las empresas dominantes en la bolsa: ahora todas son del sector tecnología Apple, Amazon, Alphabet, Microsoft y Tencent.
Esta modificación implica todo un cambio de paradigma de los negocios, y así como es arriba es abajo. Vale decir, la tendencia hacia la tecnología se produce no solo entre los grandes imperios sino de ahí para abajo en la escala del tamaño de las empresas.
En Colombia es fácilmente apreciable cómo gran parte de las nuevas empresas que se registran en las grandes ciudades son del sector tecnología. La economía naranja no es un invento del presidente Duque, es una realidad actuante desde hace varios años.
China crece y crece
Los estudios y cálculos matemáticos indican que en 2019 China será la economía con la mayor velocidad de crecimiento (35.2%) y que alrededor del año 2030, superará a Estados Unidos como la primera economía del mundo. Es impresionante el crecimiento vertiginoso de la economía china, basta recordar que la economía colombiana crece alrededor de un módico 3%.
China tiene alrededor de 100 ciudades importantes – más de un millón de habitantes -, ocho de las cuales, ubicadas alrededor del río Yangtze, como son Shanghái, Suzhou, Hangzhou, Wuxi, Nantong, Ningbo, Nanjing y Changzhou, en su conjunto tienen un Producto Interno Bruto (PIB) de US$2,6 billones, superior al de Italia.
Nuevas megaciudades
Así como crece la economía y el desarrollo tecnológico, igual crece la población, como es apenas lógico. Pero crece con otros patrones, como que las tasas de natalidad en Europa y China se estabilizan y en algunos casos resultan negativas.
En las próximas décadas el crecimiento poblacional de las ciudades transformará la economía global porque los países africanos y los del resto de Asia experimentarán un boom demográfico y una veloz urbanización nunca antes vista. La tendencia señala que hacia el final de este siglo, África tendrá al menos 13 megaciudades con un tamaño mayor que Nueva York.
Entra las veinte megaciudades que se vienen perfilando no aparecen Londres, París, o Moscú, ahora son Kabul, Delhi, Lahore, Dacca, Shangai, Calcuta, Tokio, Nueva York, Los Angeles, México, Sao Paulo, Karachi, Bombay, Jartum, Dar es Salam, Madrás, Cairo, Kinsasa, Lagos y Manila.
Una de las características más destacadas de estas megaciudades es que varias de ellas se hacen más relevantes que sus países, como si regresáramos a la época de las ciudades estado que imperó en Italia en la época del renacimiento.
Netflix interactivo
Netflix no se conforma con ser la plataforma número uno en el mundo para cine domiciliario, cada día va más lejos en la generación de contenidos con novedades asombrosas como que ahora uno puede elegir el final que desea para una película.
El reciente episodio de la serie Black Mirror – Bandersnatch – es la primera película interactiva y revolucionará la forma en que vemos al televisor. Decimos al televisor por que es ese el dispositivo utilizado para verlo, pero no la televisión, que es el sistema de contenidos impuestos al que lenta e inexorablemente vamos abandonando.
En adelante serán muchas las películas en las que el espectador será quien decida el rumbo que debe tomar la historia a través de las opciones que elija con su control remoto. Es bien curioso que sea precisamente Black Mirror, una serie que se caracteriza por llevarnos a los dilemas que plantea la tecnología en el futuro. Ahora ha hecho realidad lo que promueve en sus capítulos.