Si está pensando en ampliar su mercado de relacionamiento afectivo a través de las distintas aplicaciones y plataformas que existen ofreciendo este servicio por internet, conviene que antes analice muy bien sus objetivos y deje bien en claro que es realmente lo que está buscando: Amor? Compañía? Sexo?
No parece muy seguro que funcione para el amor, aunque casos se han visto en que parejas han llegado a convertirse en matrimonios felices, pero, infortunadamente, son solo algunos pocos, muy pocos. Y es así porque el amor es un sentimiento que nace de la interactuación de dos personas que se miran a los ojos, se dicen y escuchan cosas, se tocan, se huelen, se ríen, en fin. Es bien difícil pretender sentir o despertar amor con fotos, videos y mensajes de texto, a menos que la necesidad de afecto sea tan grande que nos lleve a conformarnos con esto.
Es claro que tales apps y webs son solo un vehículo para ligar (dating) y que ya cada pareja de cibernautas acuerda sus citas para ahondar más en su conocimiento mutuo. Es en ellas donde se cumplirá el ritual de los miramientos y tocamientos de que hablábamos en el párrafo anterior. Pero no parece que esto se dé con la misma magia que tiene el amor surgido de un primer flechazo, ni la frecuencia que necesita ese ritual debido a que la otra persona muy seguramente vive en otro país o, al menos, en otra ciudad distante de la nuestra.
Ahora, a ese inconveniente de la ausencia y la distancia se suma el de la natural desconfianza con que inicia esa relación a causa de las dudas que produce la veracidad de la información suministrada. La gran cantidad de casos de secuestro, extorsión y estafa por internet que a diario registran los periódicos nos mantienen en permanente estado de prevención que bien puede vencerse, aunque no sin tiempo y riesgo. Eso hace que las
parejas que superan exitosamente todas estas dificultades iniciales logren ser muy felices, pero, repetimos, de mil una. Las demás sucumben en el intento.
Esto es válido tanto para hombres como para mujeres, no siempre se trata de hombres malos buscando hacer daño, abundan también los casos de mujeres en ese plan. A fin de cuentas es de suponer que hay una gran dosis de ingenuidad en quien entra a la red en busca de ligar con alguien. Esto sucede cuando uno se expone, virtualmente hablando, ante el planeta entero informando sobre nuestra personalidad, gustos, hobbies, mostrando fotos y conversando con extraños.
Es innegable que resulta emocionante entablar una relación multimedia con alguien de otro país, de otro continente; salir de nuestra ciudad a un mercado ampliado de centenares de millones de potenciales interesados en nuestro perfil es algo que, en principio, suena muy prometedor pero tiene sus riesgos, no todo lo que brilla es oro. Ahora, tenga por seguro que quienes están allá afuera, en el mejor de los casos, piensa y actúa como usted: envía solo sus mejores fotos y solo se refiere a sus éxitos y virtudes, todo lo demás es muy fácil de ocultar. Para las mujeres el riesgo es el delito de trata de blancas, para los hombres el de estafa y extorsión.
Son varios los sitios más frecuentados para ligar, la más popular es Tinder, pero igual funcionan: happn, coffe meets bagels, ok cupid, bristlr, plenty of fish, loveflutter,bumble, grindr, tastebuds. Las hay también para casados en busca de aventuras extramatrimoniales (secondlove y Ashley Madison, entre otras). En Colombia son conocidas: latinamericancupid, colombiancupid, mobifriends, kismia, victoria milan. Como en todo en la vida, será mejor evaluar muy bien los riesgos antes de aventurarse. Ensaye varias veces, la experiencia le ayudará a distinguir entre lo bueno y lo malo.