Por la maleta se conoce al pasajero, reza un viejo adagio popular. Y ciertamente el equipaje sirve para distinguir a los extranjeros – gringos y europeos – de los latinos y nacionales, y entre estos últimos a los citadinos de los campesinos.

Una mujer identificó una manera sencilla de revelar quién es latino solo por el equipaje que carga. Ella aclara en el texto que acompaña el video que es “orgullosamente latina” y después muestra cómo los europeos viajan con valijas perfectamente cerradas y ordenadas, una organización que, a decir de ella, contrasta con el desorden del equipaje de los oriundos de Latinoamérica, quienes no conformes con las valijas, añaden bolsas a punto de reventar con tal de no dejar nada afuera.

Ya cerca de abordar el avión aún se preguntan si faltó la bolsa verde de cuadros que llevan al mercado”; las cajas de cartón; la gallina viva; la bolsa plástica donde echan todas las chucherías para comer en el viaje.

Decenas de usuarios del continente americano se sintieron orgullosos de esa característica: “Los latinos somos otro nivel”; “muy cierto, se lleva en la sangre la cultura”; “las maletas nos cuestan más que el mismo viaje”.

El desafío de armar la valija

La mala organización del equipaje, y en general de los viajes, ya ha sido exhibida por otros tiktokers. “Si no eres así, busca tu nacionalidad urgente”, sentenció una mujer que publicó un video sobre el tema, quien recibió miles de comentarios. “Es verdad, pero es que nuestras familias nos esperan y siempre le gusta que les llevemos un detallito”; “Dios mío, por qué seremos así, yo llevo hasta la plancha de ropa por si acaso”; “nosotros tenemos familia, no vamos a llegar con las manos vacías”. Los latinos tenemos mucho apego a lo material, a diferencia de los extranjeros; los latinos somos más cariñosos con la familia y amigos.

Para no llevare sorpresas en el aeropuerto con que le cobren exceso de equipaje existe un motor de búsqueda global llamado Skyscanner para organizar viajes, compartir algunos tips para evitar el pago del exceso o pasar por la vergüenza de tener que abrir las maletas en pleno aeropuerto para colgarse todos los artículos posibles sin tener que pagar.