Todos los que han querido dejar de fumar o lo ha intentado o incluso que lo logró, sabemos que no es un camino fácil, que es un hábito ligado a muchos aspectos de la vida diaria. Hay síntomas comunes y de conocimiento global acerca de lo que genera este proceso de desintoxicación, como: el mal genio, la ansiedad, las ganas de comer dulces y lo difícil que es estar en lugares donde un cigarrillo este encendido, pero ¿qué pasa realmente en nuestro cuerpo y nuestra mente durante esta liberación del vicio?

A las 24 horas

No dejas de pensar en el cigarrillo, vienen las luchas internas, una voz te dice que no quieres fumar y la otra que no importa, que es tu decisión, las ganas son tremendas, pero poco a poco van disminuyendo. En cuanto a tu cuerpo se reducen los niveles de monóxido de carbono en los pulmones, aumenta los niveles de oxígeno en la sangre.

Primera Semana

Sigue siendo una lucha bastante difícil, probablemente estés en situaciones en las que acostumbrabas fumar, como después del almuerzo, con el café de la mañana, momentos de estrés o de espera, cada que sientas que tu cabeza no deja de pensar en el cigarrillo, intenta cambiar de tema y de ambiente, distrae tu mente. A esta altura tu cuerpo ya habrá eliminado la nicotina y la cotinina, pero alquitrán aún se encontrará en tus pulmones, habrás recuperado el gusto y el olfato.

Los primeros 3 meses

Fumar no es solo una adicción física, también es una conducta aprendida, una rutina. Seguiras sintiendo irritabilidad, mal genio, nervios y cansancio, pero poco a poco todo esto irá disminuyendo a medida que tu salud va mejorando, sientes mayor facilidad al respirar, los dolores de cabeza cesan, la congestión nasal desaparece, tu piel se sentirá mejor al igual que tus ojos. Es normal que subas un poco de peso, pero no te desesperes, todo es parte de un proceso y tu cuerpo debe acostumbrarse a este nuevo estilo de vida.

Después de 9 meses

Todo será más sencillo, llevas tiempo rehaciendo tu vida como un no fumador, tus pulmones estarán mucho más sanos, y los cilios te ayudarán a expulsar toda esa flemavieja producto del cigarrillo, habrás combatido las infecciones y todo tu sistema respiratorio funcionará mejor. En este punto no debes recaer, podrás sentir que ya no te provoca tanto fumar y que si te fumas un cigarrillo nada pasará, pero tu mente aún se encuentra débil y es probable que retomes el vicio.

Después de 1 año

El olor de tu cuerpo ha cambiado notablemente, ya no encontrarás las manchas amrillas en tus dedos, tu aliento se habrá desintoxicado también, el riesgo de enfermedad coronaria disminuye a la mitad. Este riesgo seguirá bajando, tendrás mucha más energía, y te será más fácil estar en ambientes donde haya fumadores.

Después de 5 años

En este momento, sentirás que tu yo fumador es parte del pasado, tus arterias y vasos sanguíneos habrán vuelto a su tamaño normal, lo que disminuye notoriamente las probabilidades de un accidente cerebrovascular.

Después de 10 años

Cuando hayas llegado a esta etapa, no tendrás ni el más mínimo deseo de fumar, una de las principales preocupaciones de los fumadores es el cáncer, pues felicidades, en esta etapa las posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón y morir de él se reducen aproximadamente a la mitad en comparación con alguien que sigue fumando, al igual que cáncer de boca, de garganta o de páncreas.

Después de 15 años

Después de 15 años alejado del cigarrillo, tu cuerpo estará casi igual que el de alguien que no haya fumado jamás, las probabilidades de enfermedades coronarias son casi nulas, al igual que el cáncer de páncreas, tu vejiga estará saludable y libre de todas esas toxinas. Tu vida habrá cambiado por completo.

Es el momento de intentarlo, no importa cuántas veces debas volver a iniciar el proceso, el hábito del cigarrillo es tremendamente nocivo para tu salud y la de quienes te rodean, además de contaminar el medio ambiente. No temas en pedir ayuda de instituciones o amigos, no estás solo.

Por: Amérika Guerrero