La parálisis facial, conocida como Parálisis de Bell es una enfermedad en la que se afecta un nervio que controla la mitad lateral del rostro (de este nervio hay uno a cada lado). Suele afectar un solo lado del rostro.
La causa del compromiso de este nerviecito en esta enfermedad es desconocida, se cree en mayoría que es el virus del herpes simple (el mismo que causa los “fuegos”) el que inflama este nerviecito y altera su funcionamiento. También se cree que “las gripas y resfriados” pueden producirlo con alguna frecuencia. Y pues hay otras enfermedades un poco más serias que también pueden causarla. Lo cierto es que puede suceder esta afección a cualquier edad y que es algo temporal.
Los síntomas son muy variados principalmente suele haber debilidad y/o inmovilidad de los músculos de un lado (o infrecuentemente ambos lados) de la cara, esto impide que el ojo cierre bien pero al mismo tiempo no deja abrirlo bien, también puede hacer que ese lado de los labios no se mueva como uno desea; puede además haber tics, y/o escurrimiento de la saliva por el lado afectado de los labios, y/o pérdida del gusto en lado afectado de la lengua, y/o sequedad en boca, y/o sequedad en ojo del lado afectado y/o lagrimeo en ojo del lado afectado.
Esta parálisis suele solucionarse sola en el transcurso de 2 a 3 semanas. Normalmente no requiere intervención médica. Hay casos que pueden durar varios meses, aunque unas pocas personas quedan de por vida con alguna asimetría en los gestos, observándose cierta irregularidad en la forma de los labios y párpados al hacer gestos y al hablar, como son los casos de George Clooney, Angelina Jolie y Sylvester Stallone. Ciertos tratamientos médicos pueden ayudar a que la parálisis facial se resuelva más rápido, pero depende de cada caso en particular.
Es muy importante cuidar los ojos cuando por causa de la parálisis estos no cierran bien, esto puede hacerse con gotas o geles y/o parches, para evitar la resequedad de la córnea y posibles úlceras futuras. La persona puede ayudarse en casa con masajes en la parte afectada del rostro, y haciendo muecas tratando de realizar movimientos que se vean iguales en ambos lados del rostro.
Por: Alejandro Conde Jiménez
Médico General – U. de Antioquia