Parece que comienza a tomarse consciencia en el mundo sobre la necesidad de que la población disminuya el consumo de azúcar por ser un
factor principalísimo como generador de la obesidad y los demás males consecuentes (diabetes, accidentes vasculares, patologías cardiacas, exceso de triglicéridos, etc.). La lista de daños colaterales del azúcar compite en extensión con la del tabaco, por lo que las campañas de los gobiernos se orientan a combatir su consumo con igual fiereza vía anuncios publicitarios de advertencia y, ahora, con la inminencia de nuevos y mayores impuestos a las bebidas gaseosas.
La estrategia debe ser parecida a la de la lucha contra el cigarrillo por la dependencia que su consumo crea en el ser humano. Hay personas realmente viciosas, que beben más de tres gaseosas al día, causándose tanto daño como quien fuma más de dos paquetes de cigarrillos diarios.
Para una mejor comprensión del exceso en el consumo de azúcar consideremos:
• 1 cucharada de azúcar tiene 4 gramos
• 1 gramo de azúcar equivale a 4 calorías
• 1 botella de 500ML de contiene 53 gramos de azúcar= 13.25 cucharadas
de azúcar!!! (212 calorías).
Una barbaridad! Tal cantidad de azúcar produce un momentáneo estado de satisfacción y euforia que al poco tiempo desaparece y entonces nos caerá muy bien una segunda gaseosa, y así en adelante. Trate usted de beberse un vaso de agua con igual cantidad de azúcar dentro y le resultará en exceso empalagosa, a menos que le combine oros aditivos químicos que le suavicen el sabor.
No va a ser fácil el tránsito en el congreso de la iniciativa de gravar a las bebidas gaseosas, son muy fuertes y poderosas las empresas del sector y hay muchos intereses qué cuidar de parte y parte.