La etiqueta social es el conjunto de reglas a cumplir en la vida diaria; preceptos del decoro que tutelan y guían el comportamiento humano. Se inicia en el hogar, la familia, sociedad y el trabajo, tanto en el aspecto social como el profesional. Es la máxima expresión de buena educación y requiere de un gran tacto.
El término proviene del francés “etiquette” y éste a su vez de la voz germánica “stik” que significa “fijar”, “clavar”, representando el conjunto de normas y reglas de comportamiento que condicionan nuestra conducta en la sociedad. La etiqueta“la impone el protocolo para fijar la solemnidad e importancia de un acto”.
La etiqueta y el protocolo implican diferentes normas de comportamiento fijadas para hacer nuestra vida mucho más agradable; el protocolo establece el orden y la etiqueta la conducta personal. Se relaciona con la vestimenta, modales, el lenguaje, la comunicación oral y tiene por objeto facilitar y hacer agradable las relaciones hacia nuestros semejantes.
Dos tipos de etiqueta:
- La etiqueta social, regla de decoro que gobierna y guía el comportamiento humano para desenvolvernos socialmente en el diario vivir.
- Etiqueta laboral o profesional: basada en los niveles de autoridad dentro de la empresa, fundamentada en los conocimientos, la posición, los títulos y la edad profesional.
La etiqueta en los jóvenes.
La etiqueta en los jóvenes y su puesta en práctica desde temprana edad, ha sido siempre de imperativa necesidad. Cuando un joven posee destrezas sociales y sabe tratar a sus congéneres y sabe cómo comportase, puede sobrellevar cualquier situación.
Su implementación no solo es responsabilidad de los padres y educadores, es cuestión de toda la sociedad; debe existir una coeducación y una comunicación continúa entre todos ellos. Hoy en la educación básica se prefieren asignaturas como inglés e Informática desde edades muy tempranas antes que manuales de Urbanidad. Estas asignaturas se pueden aprender en forma paralela; los hábitos de conducta y el saber estar hay que aprenderlos desde la más tierna infancia, es decir en los primeros años de vida.
No podemos educar a las generaciones futuras si nosotros mismos tenemos lagunas en nuestra educación, que no nos permiten ser ejemplo para su formación.
La etiqueta se impone en una cena, en una reunión empresarial o simplemente en el trato con amigos; estas normas no son exclusivas de las élites o los contextos sociales “delicados”, rigen buena parte de nuestra conducta en sociedad y varían según la época, la clase social y la educación particular.
Que hacer para tener etiqueta social:
- Saber saludar y despedirse: cortesía para con todas las personas, conocidas o no, de una manera respetuosa, independiente del grado de cercanía que se tenga con ellas.
- Ser puntual: es la “cortesía de los reyes”, ser impuntual es no respetar a la otra persona y malgastar su tiempo en espera.
- Vestir adecuadamente para cada ocasión: es la mejor tarjeta de presentación; una primera mala impresión es fatal, no tiene reparación. Vestir según el cómo, cuándo y dónde.
- Ser respetuoso: respetar las diferentes culturas, religiones, ideas, orientaciones sexuales, de nuestro entorno social.
- Saber hablar y escuchar: una conversación fluida es signo de buena educación y de conocimientos; espere su turno para hablar. Atender a las otras personas cuando le hablan, es señal de respeto y cortesía.
- Contribuir a las conversaciones sin pretender tener siempre la razón.
- Responder a las invitaciones antes del evento a celebrarse.
- Abstenerse de pronunciar palabras agresivas y malsonantes.
- Comportamiento en la mesa, comer despacio y con gran pulcritud. Dicede su personalidad y de su educación. “A la gente se le conoce en la mesa”.