La transición fue un poco lenta, comenzamos con coches sin chofer y los drones multiuso y ya vamos en barcos cargueros que surcan los mares sin que haya alguien a bordo. Suena a ciencia ficción: barcos transoceánicos sin nadie a bordo. Pero esta visión del futuro está llegando… y antes de lo que piensas.
A primera vista parece un barco cualquiera. Sin embargo, si miras más de cerca, verás todo el equipo de alta tecnología. Cámaras, micrófonos, radares, GPS y toda clase de comunicaciones por satélite. Esto se debe a que muchas de las funciones se pueden controlar a cientos de kilómetros de distancia en tierra.
La autonomía, la robótica y el funcionamiento remoto, junto con la inteligencia artificial, transformarán todos los sectores del transporte. El sector marítimo no será diferente y se están realizando experimentos en todo el mundo.
En Noruega, por ejemplo, hay un portacontenedores eléctrico de 80 m que va y viene entre una planta de fertilizantes y un puerto local. En Bélgica y Japón existen transbordadores que navegan de forma autónoma entre destinos, atracando y desatracando en cada lugar. Y también en China grandes buques portacontenedores autónomos viajan entre ciudades costeras.
Las ventajas son obvias. Con menos personas a bordo, los barcos pueden ser más pequeños, lo que significa que requieren menos combustible y tienen una huella de carbono mucho menor. Esto conducirá a un transporte por agua más seguro, más eficiente y más sostenible. A algunas embarcaciones más pequeñas ya se les permite trabajar sin nadie a bordo.