Ricardo Villamizar Gómez es arquitecto de profesión, pintor por gusto y pasión. Unicentro Contigo conversó con él y esto fue lo que nos contó.

Podría decirse que toda la vida he pintado, pero realmente no es así. Alguna vez estando muy pequeño, tal vez de seis o siete años gané un concurso de pintura en un certamen que se celebró en lo que antaño llamábamos la Casa de la Cultura de la Calle 13 en Cúcuta, hoy conocida como la Torre del Reloj, allí me llevó mi mamá de quien heredé la vena pictórica, ella sí que era una verdadera artista.

En el colegio me destacaba con el lápiz y el carboncillo y obtenía 5/5 en las clases del profesor Crispín, en bachillerato siempre llevaba mis marcadores para hacer avisos y carteleras, después en la universidad con el dibujo lineal y la mano alzada, allí se practicó bastante.

Ya de profesional poco tiempo me quedó para esta distracción, aunque se hacían bocetos y perspectivas. Viviendo en Bogotá, unos 10 años atrás, me dio por experimentar con una tabla digital y después le perdí miedo al lienzo, usé vinilos acrílicos y he ido inventando mis propias técnicas. Creo que la cosa ha mejorado.

Hace un par de años quise irme al exterior, pensé en Miami o Madrid, y no porque la ciudad y Colombia me hayan quedado pequeños, simplemente quería y aún quiero crecer, lo que pasa es que instalarse allá es bien costoso en dólares o euros y la situación no es fácil, a esto hay que sumarle que a veces la salud (los años), no colabora.

Mi pintura es arte contemporáneo o, abstracto si se quiere, a veces hago figurativo y caricaturas, le meto mucho color, aunque he ido bajándole, pero el estilo se mantiene.

Los artistas tenemos nuestras épocas, a veces nos pegamos, de pronto nos inspiramos, en mi caso depende del estado de ánimo y de un adecuado espacio físico para desarrollar la actividad, ahí voy cada día mejorando, creo.  Mis trabajos los firmo como, *VILLAMIZAR*