MÁS LONGEVAS
siempre se ha sabido que las mujeres viven más tiempo que los hombres, y no es solo porque ellas estén menos expuestas a la violencia o al riesgo, tampoco porque no sepan lo que es ser víctima de esa cosa tan horrible que se llama cantaleta. Es un hecho natural, biológico: ellas viven más. Igual sucede con las hembras de muchas especies, como gatos, perros, monos y, en general, de todos los mamíferos, les sobreviven a los machos. Cosa distinta sucede con las aves, ahí es al revés.
Científicos investigadores australianos aseguran haber descifrado el misterio: no es una cuestión de género, sino de cromosomas. Según un estudio publicado este miércoles en la revista científica Biology Letters, tener dos copias del mismo cromosoma está asociado con una vida útil más larga.
En la mayoría de las especies, los machos tienen un cromosoma sexual más pequeño que las hembras: los hombres tienen un cromosoma X y un cromosoma Y, mientras que las mujeres tienen dos X, esa segunda copia de X ofrecería una especie de efecto protector
En las aves, los machos viven más tiempo en promedio, pero esto se debería a que tienen dos cromosomas Z, mientras que las aves hembras cuentan con un cromosoma Z y uno W.
SIN PUNTOS CIEGOS
Todos los autos tienen esos molestos y peligrosos puntos ciegos, que son aquellos sitios nuestra visibilidad se ve interrumpida por el pilar del limpiavidrios o la ventana y que pueden resultar fatales al tomar una curva, al adelantar a buena velocidad en una autopista, como también incómodos al momento de estacionar el auto.
Alaina Gassler, una adolescente, de 14 años de edad, acaba de encontrar la solución a este centenario problema con una tecnología relativamente barata y accesible, ganando con ello Alaina Gassler el primer puesto en un concurso de inventos, con un premio de 25.000 dólares, el cual luce bien modesto al pensar en lo que obtendrá con la patente de uso que podrá vender a las marcas de autos de todo el mundo.
¿Cuál es la solución? Instalar una cámara web en el exterior del parabrisas de un carro y luego proyectar la transmisión en vivo hacia el interior del pilar. Así el conductor puede tener una vista completa de lo que sucede mientras está en marcha.
El invento de Alaina forma parte de un proyecto llamado «Mejora de la seguridad del automóvil mediante la eliminación de puntos ciegos», que presentó en un concurso de ciencia e ingeniería para escuelas de Estados Unidos.
VIRUS Y BACTERIAS
N o hay virus bueno, todos, absolutamente todos son perjudiciales, mientras que entre las bacterias hay algunas que son beneficiosas para el aparato digestivo, como los lactobacilos y los tobacillus, que ingerimos cuando tomamos yogur. A los que no son tan buenos los combatimos con antibióticos.
Los virus son hasta cien veces más pequeños, pero más mortíferos, que las bacterias, porque atacan a las células anfitrionas de nuestro cuerpo, a las cuales invaden para introducir su propia información genética que “reprograma” la de las células huésped para que éstas produzcan muchos nuevos virus, que luego abandonan las células infectadas. Vale decir, son unos diminutos corpúsculos abusadores, que utilizan nuestras células sanas para reproducirse porque son incapaces de multiplicarse por sí mismos porque no tienen citoplasma ni ribosomas, tampoco pueden copiar su genoma ni producir una envoltura. Por eso no se consideran seres vivos.
COBERTURA GLOBAL
N ingún evento había ocupado tanto la atención del planeta entero. Ni el mundial de fútbol, ni los juegos olímpicos habían captado tanto la atención del público como la pandemia del Covid 19. Tampoco ninguna de las guerras de los últimos cien años se había convertido en el tema central de todos – absolutamente todos – los periódicos y revistas del planeta tierra, la gente no habla de otra cosa y no le interesa un tema distinto hasta que no se haya superado la pandemia con alguna vacuna efectiva.
No es para menos, jamás una enfermedad había logrado una cobertura planetaria total en forma tan rápida. Algunas cosas son inexplicables, como la incapacidad de la ciencia en dar una respuesta oportuna y la aparición del contagio en lugares tan remotos como Rapa Nui, en las islas de Pascua, en el Pacífico, a más de 3.500 kmts de las costas más cercanas y no se trata de algún turista que lo haya llevado. ¡Fue originado localmente!