PARA VER CHERNOBYL
Ha sido noticia en todos los medios escritos habidos y por haber que la serie Chernobyl desplazó del primer lugar de visualizaciones a Games of Thrones en todas las plataformas en las que está disponible. Esto quedó refrendado no sólo en los números oficiales, sino también en la forma exponencial en que la producción se visualizó a través de descargas ilegales.
La miniserie – sólo 5 capítulos – basa su éxito en una adecuada mezcla de verdades y post verdades de la tragedia ocurrida el 26 de abril de 1986 en la ciudad de Prypiat, al norte de Ucrania, cuando explotó el núcleo del reactor 4 de la central nuclear Vladimir Ilich Ulianov –Lenin.
La producción de la serie es sencillamente perfecta, y la dirección, a cargo de Craig Magazin, hacen de esta una obra en la que la realidad supera fácilmente a la ficción. Pero más allá de las consideraciones artísticas y cinematográficas, hay que ver que la serie tendrá vigencia por muchos años, mientras exista el peligro latente de que un accidente o una guerra nuclear.
Se muestra en ella un régimen comunista horriblemente burocratizado e inepto – se le encomendó a un muchacho de 25 años de edad y tan solo tres meses de experiencia manipular los controles de la central, se ocultó la verdad tras una cortina de mentiras para evitarse una vergüenza mundial, se evidencia la incapacidad económica de la entonces Unión Soviética para administrar una central nuclear de ese tamaño. Los efectos alcanzaron a países como Suecia, Bulgaria, Hungría, Bielorrusia, Turquía, Gracia, Moldavia, Rumania, y la radiación, luego de 33 años, persisten en ciertas áreas. Fue tan grave el accidente que antes de cinco años de ocurrido derrumbó a la Unión Soviética.
Sería una irresponsabilidad muy grande que en países latinoamericanos los gobiernos manejaran energía nuclear, no imaginamos a ciertos presidentes con esa facultad.
PORROS ESTRATO 40
Solemos creer que lo autóctono y popular es algo inculto, que le falta pulimento y posición social. En otras palabras, una cosa de quinta, como le dicen en Bogotá a algo de bajo nivel. Nada más equivocado.
Cuando vemos que en el templo sagrado de la cultura de la élite bogotana, de la verdadera high society del altiplano – como lo es el teatro Julio Mario Santodomingo – se presenta un grupo de músicos de la sabana cordobesa interpretando los aires típicos de los campesinos de esas tierras, agrupados en la Banda Sinú Caribe, uno reconcilia el alma con esa sociedad bogotana tan elitista como discriminatoria.
El público emocionado bailó en la platea del teatro, esto se vivió durante el lanzamiento del 43 Festival Nacional del Porro de San Pelayo. La euforia fue total cuando luego se presentó la orquesta sincelejana de Juancho Torres, considerada por muchos años como la mejor de la costa Caribe, con los porros y fandangos clásicos, con los cuales es imposible conservar la compostura a pesar de escucharla a palo seco, como corresponde en tan importante sitio.
ESPAÑOL CARIBE
El idioma español tiene muchas particularidades en su forma de hablarlo según la región en que se hable, eso, a su vez, depende del grupo poblacional que la habite, porque difiere mucho si se trata de descendientes de indígenas, de esclavos africanos o de blancos.
Es el caso de lo curioso que nos resulta escuchar a los antillanos hispánicos, especialmente a los de Puerto Rico, trocando la r por l, con lo que les escuchamos decir “puelto, velde, mujel” etc., en lugar de puerto, verde o mujer.
Pero también sucede el caso contrario, como con los maracuchos que dicen “mardito” en lugar de maldito. Estos fenómenos dialectales reciben el nombre de Lambdacismo, y se dan con mayor frecuencia en Andalucía y en las Antillas hispánicas, consisten en cambiar letras produciendo una distorsión fonética entre lo que está escrito y lo que se está leyendo.
Pese a todo esta distorsión tiene sus reglas, así nunca escucharemos <Puelto Lico> porque jamás se aplica iniciando una palabra, esta es la versión sustratista del lambdacismo y se debe a la influencia lingüística de los esclavos, en cuyas lenguas nativas no existe la “r” vibrante. La versión andalucista es la que apreciamos en los maracuchos y su famoso mardito.
TOREANDO UN TIGRE
Es recurrente la costumbre del presidente Trump de “torear” a quienes mira como sus enemigos. Ya lo ha hecho con Norcorea, con Rusia y China, a quienes por un tiempo les muestra dientes, colmillos y muelas, para luego dejar enfriar las cosas. Pareciera que disfruta “encaramando” a quien le controvierte, sin comprometerse de fondo en un conflicto bélico.
Ya le han medido el pulso y cada vez asusta menos. Eso parece ser lo ocurrido con Irán, país que le derribó un dron MQ-4C a la marina norteamericana supuestamente en espacio aéreo internacional sobre el estrecho de Ormuz, situado en la boca del Golfo Pérsico, y no dentro las fronteras persas. Una semana antes dos grandes barcos petroleros fueron misteriosamente atacados en el mismo sitio con misiles.
El centro de operaciones combinadas de USA tiene su sede en una base aérea en Qatar, la Quinta Flota de la armada estadounidense está basada en Bahrein, mientras que su fuerza aérea lo está en Kuwait y en Abu Dhabi, lo que debería ser más que suficiente para hacer desistir a Irán de cualquier aventura belicista, pero a lo que no renuncian los iraníes es a defenderse de cualquier incursión norteamericana.
Una guerra en esa zona del mundo traería consecuencias supremamente graves, Irán ni es manco ni está solo. Sus brazos armados – Hezbollah – están regados por todo el mundo y no están muy lejos de acá.