Page 10 - Unicentro Contigo edic.72 Julio
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Actualidad
Cómo tirarse
una fortuna
levaba varios años, ya no de que era domingo y todo estaba madrugó a sacarle fotocopias al boleto
sé cuantos, comprando cerrado, debía esperar al día siguiente. y me acompañó al banco a cobrar el
religiosamente dos La espera me resultó desesperante, premio. El subgerente de la oficina
tiquetes semanales para como ninguna. No sabía nada, ni cuánto nos dijo que nos darían un cheque de
jugar al baloto. Algo me me quitarían por impuestos ni cómo me gerencia por $2.000 millones y en una
decía que el día menos pagarían mi premio multimillonario. En cuenta de fiducia nos depositarían
pensado me lo ganaría y teoría me había ganado dieciocho mil $14.765 millones, que era el neto una vez
Lmi intuición jamás me ha quinientos millones de pesos, pero lo descontado el impuesto de ganancia
fallado en lo que predice. que sí sabía era que el Estado fiscalista ocasional y los gastos propios de la
Cuando el gran premio engordaba me quitaría una buena parte al momento fiducia. De allí podría obtener hasta
mucho era cuando más fuerza le hacía de pagarme el premio. $1.000 millones mensuales, pero que
a mi suerte y me ayudaba yendo a igual podría girar contra esa cuenta
misas, prendiendo velas y haciendo Antes de las nueve de la mañana montos superiores.
rogativas especiales. Luego de varios ya había recibido nueve llamadas
años sin ganar nada, para economizar telefónicas, cuatro de ellas eran de un En ese momento lo único que me
algo no compraba boletos para el contador público amigo nuestro a quien importaba era que ya podía comprar
juego del miércoles, pero entonces mi mujer acababa de contarle, lo mismo la súper camioneta Land Rover por la
terminaba comprando más boletos para que a dos concuñados y tres amigas que tanto había babeado desde que la
el del sábado. Gastaba cada semana suyas. No le reproché nada, en ese ví en un video publicitario. Desde joven
un poco más de veinte mil pesos, y momento no vimos lo inconveniente y había escuchado que un buen vaquero
eso le causaba un hueco a mi magro peligroso que podría resultar divulgar debe tener un buen caballo y una buena
presupuesto mensual. Era entonces la noticia, todo era alegría. El contador pistola. El caballo era, obviamente,
cuando yo creía que así era como ese quería advertirme de los riesgos el carro, y la pistola era la formación
juego y las otras cien cincuenta loterías tributarios que corría por empezar a académica. Simpre me había parecido
que existen en Colombia explotaban al gastar sin tener una buena asesoría. la camioneta escandalosamente cara.
pueblo con la anuencia del gobierno. Mi mujer súbitamente se volvió Pero hoy todo era distinto
muy cariñosa y sensual y ya no quiso
Era curioso lo que me pasaba porque desprenderse de mi lado. El lunes Continúa la próxima edición.
pese a ponerle tanta fe a mi suerte, cada
vez que miraba los resultados lo hacía
con el convencimiento pleno de que
no me había ganado nada. Y así era lo
mismo cada semana, sabía que había
perdido la plata comprando los tiquetes.
Pero un domingo sentí una
sensación muy extraña, una mezcla
de deja vu con inexplicable alegría,
de manera que sin el pesimismo de
siempre esta vez miré mi boleto del
juego del día anterior, sentía cierto
aire de suficiencia y alguna extraña
sensación agradable recorría todo mi
cuerpo. Cuando vi que el número de
mi boleto coincidía con el que decía
mi pantalla del computador no lo creí.
Estaba acostumbrado a la desilusión y
el desengaño y me quedaba difícil darle
crédito a lo que estaba viendo.
Pero sí, tenía el número ganador.
Eran las ocho de la mañana y quise
correr a cobrarlo pero caí en la cuenta
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