Page 33 - Unicentro Contigo edic.72 Julio
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Gastronomía







                                                                       Cortar la mantequilla en trozos y poner en una olla
                                                                    gruesa al fuego, mejor al baño maría. Calentar a potencia
                                                                    baja y dejar que se vaya derritiendo lentamente, siempre
                                                                    a baja temperatura, sin dejar que hierva.
                                                                       Una vez completamente derretida, pasar con cuidado
                                                                    a un recipiente resistente al calor, preferiblemente de
                                                                    vidrio transparente y boca ancha. Esperar unos minutos
                                                                    hasta que  aparezcan dos o tres capas.  En  la  parte
                                                                    superior flotarán impurezas en forma de espuma, que
                                                                    hay que retirar con una cuchara. En la base se formará
                                                                    una capa más blanquecina, las proteínas sólidas.

                                                                       Verter la mantequilla limpia líquida  en  otro
                                                                    recipiente, con  mucho cuidado de dejar esos sólidos.
                                                                    Para no apurar demasiado, podemos dejar una capa fina
                                                                    de mantequilla clarificada en la jarra y esperar a que se
                                                                    solidifique para retirarla con una cucharilla.

                                                                       Si no hemos logrado retirar toda la espuma superior,
                                                                    podemos pasar la manteca cocida por un tamiz o colador
                                                                    fino.  Dejar  enfriar  hasta  que  se  solidifique,  guardar
                                                                    en un recipiente hermético  y  comenzar a  disfrutarla
                                                                    esparciéndola sobre las tostadas.




















             Es más rápida y muy sencilla de hacer en casa. Entre sus
           ventajas  frente a la mantequilla  corriente  está una mayor
           estabilidad  y resistencia a altas  temperaturas.  Además,  se
           conserva mejor a  temperatura ambiente haciendo  que  en
           ciudades de clima templado no resulte indispensable guardarla
           en la nevera.

             En  repostería  y elaboraciones como  las tortas de  maíz,
           la  mantequilla  clarificada  permite  obtener  masas  más
           homogéneas y estables, y aporta un sabor mucho más intenso,
           con aromas lácteos más marcados. Por supuesto, será mejor si
           para elaborarla empleamos mantequilla de buena calidad.

           Ingredientes
             Para 1 unidad:
             Mantequilla de buena calidad 500 grs.

           Preparación
             Dificultad: Fácil
             Tiempo total: 30 m
             Elaboración: 15 m
             Cocción: 15 m


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                                                                                                          Contigo    33
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