Page 23 - Unicentro Contigo 122 Septiembre

Valiosos

Como decía una frase popular: “El
trato que damos a nuestros mayores
será el mismo que recibamos cuando
envejezcamos”.
Amar a los viejos de la familia es
mucho más que un acto de cariño:
es reconocer en ellos las raíces
de quienes somos. Su vida guarda
historias, sacrificios y enseñanzas que,
en silencio, han hecho posible nuestro
presente.

Amarlos significa respetar sus
ritmos, escuchar sus recuerdos, valorar
sus consejos y acompañarlos en su
fragilidad. Ellos nos dieron su tiempo,
su esfuerzo y su ternura; ahora nos
corresponde a nosotros ofrecerles
paciencia, cuidado y gratitud.
En un mundo que corre de prisa,
los mayores nos enseñan la pausa, la
memoria y el verdadero sentido de la
vida. Quien ama y respeta a los viejos
de su familia, honra no solo su pasado,
sino también su propio futuro.

Contigo
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